Cuando Kylian Mbappé entreabrió la puerta de salida del París Saint-Germain, el club tembló ante la perspectiva de perder a su estrella más prometedora, la primera que se caería de la constelación formada a base de millones por los propietarios cataríes.

En el Parque de los Príncipes saben que el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, sueña con el joven francés y que el contacto entre la entidad blanca y la familia del jugador es permanente.

En ese contexto, la frase pronunciada cuando recibía el premio de mejor jugador del año en Francia según sus colegas, provocó un seísmo en el club: "Ha llegado el momento de asumir más responsabilidades, en París, si fuera posible. Sería un gran placer. Y si no fuera en París, podría ser en otro lugar, en el marco de un nuevo proyecto". Esas palabras contradicen el discurso oficial del jugador hasta ahora, destinado a barrer toda sospecha de ambición exterior. El pasado 10 de marzo, poco después de la eliminación del PSG en Champions y coincidiendo con el regreso de Zizou al banquillo madridista, aseguró: "Sigo creyendo en el proyecto parisiense". Las palabras pronunciadas el domingo significan que esa confianza no es un cheque en blanco.

Entre las dos frases, Mbappé ha visto su figura crecer en el seno del club, coincidiendo con las lesiones de Neymar y Cavani. Su posición prudente ha ido cambiando a medida que se ha visto capaz de soportar en sus hombros el peso del equipo. En paralelo, Neymar no ha dejado de reclamar más importancia.

Ahora Mbappé también quiere marcar su terreno. El club sabe que el segundo futbolista más caro de todos los tiempos, por el que pagó 180 millones hace dos temporadas al Mónaco, el que está pulverizando récords de precocidad, no está dispuesto a ser una mera comparsa de Neymar. Tampoco que el club frene su progresión, dificultado por los problemas económicos derivados de la obligación de equilibrar sus cuentas para satisfacer a la UEFA, minado por una guerra interna de despachos entre el entrenador, Thomas Tuchel, y el director deportivo, Antero Henrique.

De momento, el PSG se ha apresurado a descartar la salida de Mbappé. "Hay vínculos muy fuertes que unen al PSG y a Kylian Mbappé desde hace dos años y la historia común proseguirá la próxima temporada", indica en sus redes sociales.