El comienzo del partido ya determinó lo que iba a suceder, especialmente porque el equipo forastero acertó en su primer contraataque, lo que reforzó más los planteamientos iniciales, y condicionaron al cuadro dirigido por Óscar Gilsanz a manejar mucho más la posesión y encontrarse con un rival que no dio facilidades tras verse por delante. En el minuto ocho, una acción rápida llevada por Óscar Caramés por la derecha del ataque, continuó con un centro al área. Santi Canedo fue superado por arriba y Richi hizo lo más fácil, que fue alojar el esférico en las mallas, El Laracha quiso engarzar el juego desde el centro, pero se topó enfrente a un equipo muy solidario, que rentabilizaba la agrupación de sus hombres para romper el impreciso juego asociativo local. Cuando el partido enfilaba el final de la primera mitad, tras otro ataque sorpresivo frenado por con falta en la frontal del área, Alberto García superó a la barrera, Santi Canedo consiguió rechazar, pero Leandro, que estaba muy atento a la acción, metió el pie para establecer el 0-2. Tras el paso por los vestuarios, el Laracha aumentó su presión, pero no su posesión, que siguió disputada por el Porriño, aunque el equipo visitante disfrutó de menos ocasiones de salir a la contra en el primer cuarto de hora.