Tras superar una semifinal maratoniana ante Eli Amatriaín y Paty Llaguno, Marta Ortega, subrayaba tras el encuentro de que ella y Marta Marrero habían tenido que superar "hasta seis bolas de partido en contra" para acceder a la final. "Con eso ya lo digo todo", decía con prisa por abandonar la pista.

Para la madrileña, número 5 del ranking, la clave "fue darnos cuenta de que si no hacíamos algo pronto nos íbamos a ir a casa. Fue, más que nada, un toque de atención", reconoce. Ahora ya se concentran en una final a la que vuelven tras el tropiezo de Alicante. "Estamos contentas de volver a una final, queremos disfrutarla y tenemos ganas de jugarla bien", concluye. "Hemos jugado un partido más que la otra pareja finalista así que toca descansar bien", concluye.