La retirada de David Ferrer deja un vacío en el circuito difícil de llenar. En Vigo, Tomás Currás y también el paralímpico Martín de la Puente acumulan vivencias con un deportista que es, además, un referente y un "ejemplo de humildad".

"Lo que le hace especial es lo luchador que es", apunta Tomás Currás, ganador del último Máster Regional Absoluto. "No recuerdo haberle visto ni un solo partido en el que no estuviera dando el 120 por cien, siempre luchaba hasta la última bola, fuera el resultado que fuera, siempre lo daba todo en cada partido", añade.

"En casa siempre fue un ejemplo para nosotros, por un montón de cosas", apunta Javier Currás, entrenador y padre y Tomás Currás. "Siempre intenté que Tomás se fijar en él por su humildad y trabajo sobre todo, y quise que lo tenga como ejemplo dentro y fuera de las pistas. Intentamos seguir sus pasos", prosigue.

De la Puente asegura desde Israel que "es un día triste y ojalá que sea consciente de que es un héroe para todos nosotros y solo nos queda aprender de él y recordarle como un gran jugador como ha sido siempre y le deseo lo mejor", apunta.

Tomás Currás tuvo oportunidad de compartir pista con su ídolo cuando fue a jugar los Mutua de Madrid sub 12 y sub 16. "Cundo compartí pista con él fue una experiencia única e inolvidable ya que el estar con la persona en la que me fijaba desde pequeño pues fue como un sueño cumplido", reconoce el tenista vigués. "Ferrer es una persona y un jugador que transmite muchos valores, tanto dentro como fuera de la pista", añade. "Un ejemplo de humildad, de trabajo, de superación y de esfuerzo. A lo largo de todo el tiempo que llevo jugando al tenis, tanto en mi casa como en la pista lo he tenido presente", reconoce. Siguiendo los consejos de su padre, Tomás Currás convirtió a Ferrer en "una inspiración y un ejemplo a seguir y ya no solo para los tenistas, creo que para cualquier otro deporte y en la propia vida cotidiana", indica. "A un guerrero como él no se le olvida fácilmente", dice Currás.