Liverpool y Tottenham, en la final de Madrid del 1 de junio por la máxima competición continental; y Chelsea y Arsenal en la del 29 de mayo en Bakú, transformarán el dominio económico británico en hegemonía deportiva.

Será la tercera vez en la historia en la que coincidan dos clubes ingleses como ganadores de la Liga de Campeones o Copa de Europa y la Liga Europa o Copa de la UEFA, algo que ya hicieron el Liverpool y el Ispwich Town en la temporada 1980-81; y el Liverpool y el Tottenham Hotspur en la 1983-84.

Cuatro de los diez equipos con mayores ingresos del fútbol mundial participarán en las dos finales europeas del curso, parte de la aristocracia del fútbol, según los cálculos de la última edición del informe 'Money League' que elabora cada año la consultora Deloitte.

El Liverpool, con unos ingresos de 513,7 millones de euros, el Chelsea (505,7), el Arsenal (439,2) y el Tottenham (428,3) ocuparon las últimas cuatro plazas del 'top ten' de esta clasificación, que coparon en la última campaña Real Madrid y Barcelona, ambos alrededor de 700 millones la pasada campaña, seguidos por el Manchester United, el Bayern Múnich, el City y el PSG.

En el caso de los dos finalistas de la Liga de Campeones, Liverpool y Tottenham, son equipos emergentes en la liga de los poderes económicos del fútbol mundial. Los 'reds' mejoraron sus ingresos la temporada pasada un 25 %, gracias al impulso que les supuso ser finalistas de la anterior edición ante el Real Madrid, junto al que son el equipo que más dinero recibe por sus contratos televisivos de los grandes del continente, unos 250 millones.

Su rival en la final del Metropolitano, el Tottenham, también ha generado un aumento de ingresos importante, hasta el punto de haber duplicado sus ganancias en un lustro (de 216 millones en 2014 a 428 en 2018), lo que le ha permitido ir ganando puestos en esta lista de los 'ricos' del fútbol mundial.

En el caso del conjunto londinense, su crecimiento ha estado impulsado no solo por la televisión, sino también por las entradas y abonos en día de partido, que crecieron un 54 % (85 millones) durante su estancia temporal en Wembley antes de la inauguración el Tottenham Hotspur Stadium.

Respecto a los finalistas de la Liga Europa, el Chelsea, último ganador inglés de la Liga de Campeones (en la 2011-12), ha vivido altibajos en los últimos años al no asegurar siempre su clasificación para el máximo torneo continental, aunque lo ha enjugado con su triunfo en la Premier hace dos cursos y sus acuerdos comerciales, un aspecto en el que lidera a los cuatro finalistas ingleses, con 192 millones en ingresos el último año.

Por su parte, el Arsenal vive con esta final un rearme para su negocio, ya que de los cuatro finalistas es el único que ha visto decrecer su negocio en el último curso, de los 488 millones que ingresó en la 2016-17 a los 439 de la 2017-18.

Con el español Unai Emery, un especialista en esta competición, que ha ganado tres veces con el Sevilla (consecutivas entre 2014 y 2016), el conjunto 'gunner' intentará reanimar sus cuentas con este trofeo.