El Pontevedra dio un paso atrás en su intento por meterse entre los cuatro primeros clasificados del grupo con una derrota por la mínima en Las Palmas (2-1), en un partido alocado, en el que terminó pagando sus errores defensivos del primer tiempo. El cuadro granate se marchó al descanso con una desventaja de dos goles, en dos de los tres únicos disparos del filial isleño en toda la primera parte, y en la reanudación jugó con un futbolista más desde el minuto 52, pero solo fue capaz de reducir la diferencia y no pudo arañar al menos un punto por las sensaciones intervenciones del guardameta del conjunto grancanario.

No pudo comenzar peor el partido para el equipo granate. Una jugada trenzada de los canarios acabó con un centro raso desde la línea de fondo de Carlos González que aprovechó Kirian Rodríguez, cerca de la frontal del área pequeña, para fusilar por bajo a Edu Sousa. A partir de entonces, Las Palmas Atlético se echó atrás, a defender su tesoro y vivir del contragolpe. los isleños volvieron a golpear en el tiempo añadido por mediación de Erik Expósito.

La expulsión de Expósito supuso un cambio de actitud del Pontevedra, que a partir de entonces tomó las riendas del encuentro y logró acortar distancias. Pese a los cinco minutos de añadido, por las innumerables pérdidas de tiempo de los jugadores isleños, el partido se consumió entre los intentos baldíos de un Pontevedra que dejó escapar una gran ocasión de sumar ante un rival que con esta victoria coge oxígeno y abandona el puesto de promoción de permanencia que ocupaba.