Inesperada derrota del Pontevedraen casa del Adarve por 3-0. Los de Luismi realizaron una floja actuación y en apenas tres minutos vieron cómo los madrileños a través de Berodia de penalti y Álvaro Sánchez aprovechaban los fallos defensivos para encarrilar el partido. Ángel sentenció en el último suspiro del encuentro. El Pontevedra no puede fallar más en el tramo final de campeonato si quiere tener plaza en el play off. Próximo encuentro otra vez fuera de casa frente a Las Palmas Atlético, otro conjunto que lucha por la salvación.

La recta final de temporada ha deparado a un Pontevedra CF que tras encadenar cinco victorias consecutivas se sitúa entre los cuatro mejores y con posibilidades serias de terminar líder de grupo. Pero todavía quedan cuatro partidos, tres lejos de Pasarón y la primera parada era el Unión Adarve, equipo prácticamente descendido y al que ya superaron los de Luismi en Pontevedra por 3-1. La única baja del conjunto granate fue el centrocampista Kevin Presa.

Tampoco era plan que el Pontevedra saliese al partido con prisas provocando así errores innecesarios. El conjunto granate, ayer de azul, planificó un encuentro de desgaste en el que quería aprovechar la necesidad local de puntuar para evitar el descenso. Fue normal entonces ver más oportunidades locales aunque con remates defectuosos. Álvaro Sánchez y Juanma dispararon a puerta pero ambas ocasiones el esférico se marchó por encima del larguero de Edu.

La primera ocasión clara de gol para el Pontevedra llegaría en el minuto 14 tras una buena jugada personal de Borja Domínguez y su centro al área no fue rematado correctamente por Bustos a puerta vacía. Esta ocasión dio el empuje necesario al Pontevedra para comenzar a dominar el balón y encerrar al Adarve en su campo.

Pero el Adarve no estaba muerto aún y en el 18, paradón de Edu a disparo a bocajarro de Álvaro Sánchez, que no supo aprovechar el genial pase de la muerte de su compañero nigeriano Adighibe. En el minuto 21, penalti de David tras derribar a Álvaro Sánchez dentro del área que Berodia transformaba a la izquierda del meta Edu. Ahora quedaba por delante intentar remontar el encuentro, algo que hace muchos años, desde 2015, que los de Pasarón no lo hacen. Y si le sumamos que en el 25 Adrián León dejó corta una cesión de cabeza y Álvaro Sánchez solo tuvo que empujarla a gol, todo es más difícil.

Con el 2-0 en apenas tres minutos, Luismi veía atónito cómo el Pontevedra había desaparecido del césped artificial y estaba a merced de los madrileños. Pidió cabeza y tranquilidad el técnico visitante ya que todavía quedaba mucho partido por delante. Sin embargo, el Adarve perdonaba el tercero una y otra vez aprovechando la debilidad y desorden en la zaga visitante. Juanma de cabeza y Álvaro Sánchez rematando al larguero fallaron ante Edu dejando el 2-0 camino de vestuarios.

No le tembló la mano a Luismi para buscar la reacción y sentó en el banquillo para la segunda parte a Pedro y Romay por Álex González y Arruabarrena. Necesitaba algo nuevo para un Pontevedra que había naufragado en la primera parte además de dejar una mala imagen.

Se mostraba un Pontevedra mucho más incisivo y con una presión alta que encerró al Adarve en su campo. Un par de córneres seguidos inquietaron al meta local De las Heras, aunque la falta de puntería visitante jugaba bastante a su favor.

El Adarve, con un marcador favorable, buscaba y aprovechaba el paso adelante necesario dado por el Pontevedra para intentar lograr el tercer tanto. Álvaro Sánchez, en el minuto 60, disparó fuerte desde fuera del área pero se marchaba a la derecha de Edu. La réplica visitante llegaría en el 63 con una falta lejana sacada por Borja Domínguez y ante el remate de cabeza de David, salida de puños valiente de De las Heras para despejar el cuero.

Expulsión

En el 66 hubo un punto a favor del Pontevedra con la expulsión de Rico al ver la segunda tarjeta amarilla. Había tiempo para la reacción y el posible rescate de un punto. A los dos minutos, otra falta en la frontal del área que Borja Domínguez enviaba por poco por encima del larguero.

Por mucho que lo intentaba el conjunto pontevedrés, tanto el tiempo como el Adarve jugaban en su contra, lo que propició muchos errores y fallos por precipitación. En uno de ellos Ángel lograba de fuerte zurdazo raso el contundente 3-0 que frenaba en seco la excelente trayectoria del Pontevedra.