Las películas aseguran un final feliz en la épica deportiva que la realidad no siempre concede. El Iberconsa Amfiv vivió la gloria perfecta hace dos años, el sufrimiento y el éxtasis. Esta vez lo tendrá más complicado. Necesita derrotar hoy a las 10.00 horas en Navia al Fenerbahce, el gran favorito al título, para disputar las semifinales de la tarde. Se ve obligado a la gesta por culpa de esa imperfección que se escapa a los guiones cinematográficos.

La historia estaba perfectamente estructurada: el Izmir se ha puesto en ventaja por 79-78 a falta de ocho segundos y César Iglesias pide tiempo muerto para diseñar la última jugada. Será una pantalla para que Zavala se la juegue; uno de esos tiros laterales a cinco metros que ha ejecutado a miles durante casi tres décadas. Iglesias ha dosificado al mexicano, de 46 años y que por la mañana ha estado incómodo y fallón ante London Titans. Apenas lo ha empleado unos segundos antes del último cuarto. Zavala responde bajo presión. Anota 12 puntos seguidos y 18 en total para aupar a su equipo. Suya ha de ser la gloria. Alejos saca y conecta con Murakami, que encuentra a Zavala. Pero el pase es algo impreciso. El "abuelo" tarda un instante de más en acomodarse el balón. El tiro se desliza por encima del aro.

No ha concluido el relato. Bonio merodeaba por la zona y captura el rebote. El polaco apenas juega. Es un punto bajo de buen físico, pero aún muy tierno para el baloncesto en silla. Ante el Izmir ha disputado dos minutos. Quizás el destino ha elegido a un personaje secundario para erigirlo en héroe por sorpresa. Navia contiene el aliento. Está casi bajo el aro. La bocina va a sonar y lo apura. Se le exige una trayectoria complicada para su movilidad. Su tiro va a tablero, muy alto. Parece durar siglos. Ese balón a cámara lenta siempre cae dentro y los aficionados acaban manteando a sus chicos mientras en la pantalla aparece "The end". No sucede. Son los turcos quienes gritan de júbilo. Bonio ha fallado. El Iberconsa se queda colgado del abismo.

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El Iberconsa Amfiv debuta en la Euroliga 3 en Navia

El Iberconsa ha estado excelente en la derrota y mediocre en la victoria. La primera jornada de la Euroliga 3 ha deparado un completo catálogo de lecturas y sensaciones para los vigueses; todo el caleidoscopio que el baloncesto en silla de ruedas puede ofrecer, el virtuosismo técnico, la imaginación táctica, el asombro físico. Posiblemente no se consiga el título. Los adversarios son mejores y el Amfiv no está tan engrasado como en aquella Challenge Cup. Pero la organización ha merecido la pena.

El debut ante el London Titans estuvo dominado por lo emocional. El nerviosismo de los vigueses, en un Navia a rebosar de escolares, se tradujo en pésimos porcentajes de tiro. Los ingleses poseían menos argumentos pero supieron rentabilizarlos mejor hasta el tercer cuarto, en el que llegaron a dominar por 37-41. Al final el Iberconsa pudo dominar su histeria y acabó disfrutando de una victoria tan holgada (72-53) como engañosa.

El partido contra el Izmir se desarrolló, en cambio, desde lo cartesiano y cerebral. Los turcos tenían una gigantesca envergadura y un quinteto de cuatro grandes gracias a Kiroglan, inmenso y móvil pese a su calificación de 1,5. Una batalla desigual, que exigía la perfección.

César Iglesias obró magia desde su pizarra, con momentos de puro ajedrez. Efeturk, la estrella del Izmir, se pasó tres minutos encerrado en una esquina por Cronau y Alessandrini. No podía salir por fuera de la cancha, bajo pena de falta técnica, y el entrenador del Izmir, Kilic Erdinc, no pidió sustitución ni tiempo muerto. Aceptó cambiar su reina por dos torres, con el juego reducido a tres vigueses contra cuatro turcos. El resultado fue de tablas. Iglesias manejó después con maestría a Zavala y supo cargar el juego hasta la eliminación de Kiroglan, lo que alteraba la rotación ideal del Izmir. Pero el Iberconsa no supo identificar o aprovechar ese momento y se vio abocado a un suspense de amargo desenlace.

Por la mañana, el Fenerbahce había derrotado al Izmir 70-64. El Izmir es segundo en su liga; el Fenerbahce, cuarto, pero con mejor plantilla. Demostró su potencial ante un London Titans exhausto (49-90). Será otro gigante difícil de derribar para el Iberconsa Amfiv.

Las opciones viguesas, dando por supuesta la derrota del Titans ante el Izmir, pasan por forzar un triple empate en el que actúe a su favor haber caído por la mínima -se decidiría el pase a semifinales por el diferencial en los duelos directos-. Al Fenerbahce podría interesarle eliminar a sus compatriotas. El margen (pueden permitirse perder hasta de 11) puede alentar una más inocente dosificación de su plantilla para descansar de cara a la tarde. Al Iberconsa no le cabe especular ni con lo propio ni con lo ajeno. Necesita ganar para seguir soñando con un último giro feliz en la trama de su película.