César Iglesias imparte instrucciones en el corrillo durante un entrenamiento. El entrenador vigués explica en inglés un ejercicio. Es posible que en la charla se le cuele el cuchicheo de Mari Amimoto, traduciéndole sus palabras al japonés a Naohiro Murakami. Iglesias concluye su parlamento. Franco Alessandrini levanta entonces la mano y le reclama el despiste.

- ¿No vas a explicarlo en español?

Construir una comunidad compacta con un vigués oriundo y otro nacido en Guinea Ecuatorial, un baionés, una australiana, un mexicano, dos japoneses, un argentino, un polaco y un francés ha constituido el gran reto que Iglesias ha afrontado esta temporada. Diez biografías diferentes, siete nacionalidades, cinco continentes, tres tonalidades de tez y varios idiomas amalgamados como lengua franca. "Hemos construido un buen grupo", presume el entrenador. Entre aquello que comparten, la ambición de conquistar la Euroliga 3, que Vigo acoge desde este viernes.

El Iberconsa Amfiv se ha edificado esta temporada sobre el núcleo duro de los últimos ejercicios: el vigués Agustín Alejos se crio en el club y de una de sus aventuras extranjeras regresó con pareja y a la vez fichaje, la internacional australiana Shelley Cronau. También canterano es Julio Vilas, de Sabarís. Lorenzo Envó, que nació en Guinea y se instaló en Sevilla, ejerce como vigués desde hace años. El mexicano Zavala imparte magisterio a sus 46 años. Son los cinco que resisten de los que conquistaron la Challenge Cup en 2017. Y junto al argentino Alessandrini -más las ayudas de Santi Comesaña regresando de su retiro-, los que tantas gestas firmaron en la temporada 2017-2018 a veces con solo cinco jugadores aptos.

"Ha sido difícil", explica Iglesias sobre la ampliación de la plantilla en el actual ejercicio. "Lo primero que hace cualquier equipo de buen nivel es intentar fichar jugadores que sean realidades en la liga que juegan. Nadie con poder económico ficha desconocidos. Por las circunstancias que tenemos, el año pasado hicimos muchas gestas pero los equipos con más dinero han fichado a nuestros jugadores. Están en la liga española, no se han ido fuera". Habla de ese constante goteo de los últimos años: David Mouriz, Txema Avendaño, Manu Lorenzo... "Nosotros tenemos que volver a reinventarnos y lo hemos hecho con gente con la que estamos experimentando. Hay jugadores que vienen, se adaptan y lo hacen fenomenal y jugadores que se adaptan menos y necesitan más tiempo. El año que quedamos campeones de Europa habíamos fichado a Zavala, que había sido el máximo anotador de la liga, y Abdi Jama, el mejor uno del mundo y que había jugado dos veces en la liga española con grandes números. No inventamos nada. Este año hemos fichado jugadores que no conocían la liga. En algunos partidos hemos respondido bien y en otros no".

Los japoneses Mari Amimoto y Naohiro Murakami, el polaco Przemyslaw Bonio y el galo Louis Hardouin constituyen esas apuestas. "Hemos hecho una planificación de la temporada pensando bastante en esta cita de la Euroliga 3. Pero hemos tenido muchos problemas con los parones, temas de selecciones y jugadores yendo y viniendo. Llegamos por supuesto rodados, pero con muchos altibajos e irregularidades en el juego. Va en el estilo de los jugadores. Hemos fichado jóvenes, que han hecho que la plantilla tenga en un momento dado más energía pero que no sea tan regular".

El Amfiv siempre ha sabido explorar los mercados alternativos. Llegó a tener iraníes y turcos. Iglesias ya había trabajado con extranjeros, claro. Pero nunca con tantos. "Ha sido un coñazo", acepta respecto al tema comunicativo. "Hemos tenido que parar ejercicios durante diez minutos para explicar lo mismo en tres idiomas diferentes. Nos ha costado muchísimo arrancar hasta que la gente ha entrado en dinámica. Nos ha llevado tiempo, que al final no tienes porque las temporadas son muy cortas. Tenemos un polaco que habla en inglés y un argentino que no lo habla, un japonés que solo habla japonés...". El francés Hardouin ha descollado en el aprendizaje: "Chapurreaba al llegar y ya habla perfectamente". Añade: "Ha sido muy desesperante el tema de las selecciones nacionales. La marcha de los jugadores internacionales ha sido un mazazo continuo en el sentido de que ibas avanzando con ellos, se iban con la selección una o dos semanas y al volver era empezar otra vez casi desde el principio. Hemos avanzado muy poco a poco".

Este totum revolutum del vestuario le ha planteado a Iglesias un empeño tan humano como deportivo. "A nivel de idioma y cultura hemos conseguido hacer un buen grupo dentro de todas las dificultades que había", comenta el entrenador. "Muchas veces lo que pasa con esto es que se hacen grupitos. Lo hemos conseguido salvar y que la gente interactuara entre ellos".

En la aproximación a la Euroliga 3 convive el nerviosismo de los que nunca han disputado un torneo similar y la presión de quienes quieren revivirlo. "En lo positivo la mayoría de la gente que está nueva no tiene ese recuerdo. Vivirán su experiencia al margen", acepta Iglesias sobre el lastre de las "propias expectativas". Él está entre los que anhelan la gloria ya conocida, "los que sí queremos volver a ganarla y volver a generar ese ambiente que se generó en Navia".

En cuanto a los adversarios, los turcos Izmir, Fenerbahce y Gaziantep son los grandes rivales. "Los dos equipos de nuestro grupo (Izmir y Fenerbahce) son muy potentes. El pase a semifinales estará duro, peleado", anticipa el técnico. "La sucesión de partidos, disputados, largos, pasa factura en una competición tan corta. Los equipos sin rotación larga pueden estar penalizados". El Iberconsa tendrá a su favor ese planeta entero que compone su plantilla.