Una mezcla de emoción y sorpresa se apoderó de Eirim Vaamonde cuando recibió la invitación para participar el próximo mes de junio en el World Taekwondo Grand Prix de Roma, una cita que este año incluye el freestyle, que es su especialidad. "Creo que fui la última en enterarme de que había un Grand Prix de Freestyle y cuando me enteré me dijeron que solo era por invitación y, sinceramente, no contaba con él. Estaba muy emocionada cuando me llegó la invitación y me sorprendió mucho", confiesa.

Su posición de finalista en el Mundial de Taipei del pasado noviembre le permitirá ser la única española en este Grand Prix de Roma, una cita que hasta ahora era exclusiva para la modalidad de combate. "Parece ser que este año han decidido meter el freestyle y lo que han hecho ha sido seleccionar a los ocho finalistas del Mundial de Taipei", celebra.

La taekwondista del Yidam tiene ahora una nueva oportunidad de seguir creciendo en el panorama internacional. De hecho, los de Taipei fueron sus primeros Mundiales. "Estoy empezando ahora como quien dice a abrirme paso a nivel internacional", apunta la viguesa, recién llegada de Turquía, donde ha disputado el Europeo y de donde se ha traído dos bronces y un oro (en rompimientos), contando también con la modalidad de playa.

Aunque practica taekwondo desde que era una niña, confiesa que se ha centrado y se ha tomado más en serio el taekwondo a medida que subía de categoría. Ahora, a sus 19 años, está totalmente volcada en la disciplina e incluso imparte clases a niños en el colegio Párroco Don Camilo.

Para preparar la cita de Roma tendrá que superar antes las lesiones que tiene en las muñecas y con las que compitió incluso en el último Europeo, teniendo que realizar los apoyos de las acrobacias con los puños. "Tengo fastidiadas las dos muñecas", reconoce. "Tengo fractura de estrés por las vibraciones y por forzarlas, en una incluso se he ha hecho una pequeña cavidad", explica. Así que le han recetado reposo total. "Tengo que descansarlas completamente un mes y a ver luego cómo estoy", anuncia. De recuperarse, tendría solamente quince días para preparar el Grand Prix; un contratiempo que afronta con estoicismo. "Llevo con una muñeca mal desde antes del Mundial del año pasado, lo que pasa es que no sabía que tenía fractura y seguía entrenando", explica. Al volver de Taipei se confirmó que sufría fractura: "De forzar la otra, al final se acabó lesionando también".

Así que ya se mentaliza para acudir a Roma "sin presión". "Realmente nunca voy con ningún objetivo concreto. La intención será hacerlo lo mejor que pueda y pasármelo bien, aunque me cuesta un montón porque me pongo muy nerviosa", reconoce. "Al haber finalistas del Mundial habrá gente muy buena, así que lo que quiero es darme un poco a conocer", afirma la viguesa, que prepara también el acceso al Ciclo Superior.

Además, en junio formará parte de "un evento un poco especial". "Por lo que tengo entendido lo van a hacer como una velada y los tres primeros tendrán premio en metálico. Es la primera vez que se hace algo así fuera de la modalidad de combate", celebra: "Llevamos bastante tiempo intentando que se potencie nuestra especialidad de freestyle y parece que se van viendo más pasos en este sentido".

De su participación en el Mundial de Taipei, en la categoría de +17 años, guarda recuerdos gratos y amargos. En cuanto a su participación individual reconoce que "tenía muchísima presión y estaba muy nerviosa y, de hecho, me salió mejor la semifinal que la final", explica. Fue en la modalidad de parejas, donde compitió junto a Aitor Priego, fue donde llegaron los sinsabores. El primero, en la competición. "En nuestra coreografía teníamos impulsos y apoyos, pero en una reunión previa, el día anterior de la competición, nos dijeron que por cada impulso nos iban a penalizar y, claro nosotros teníamos seis en nuestro ejercicio y participamos sabiendo ya que no íbamos a llegar a conseguir nada", se lamenta. Pero lo peor vino después, con la confirmación de la lesión de su pareja. Aitor Prieto se había roto la rodilla durante la competición. Desde entonces no han podido competir juntos. "En este momento estoy totalmente volcada en la modalidad de freestyle individual, pero si estuviera mi pareja bien estaría en las dos", anuncia Vaamonde, que espera que su recuperación se produzca lo antes posible para volver a competir juntos. "Aun está empezando a trotar y no puede hacer mucho más aún", dice con resignación.

Así que acudirá a Roma a acumular experiencia que le ayude a afrontar su nuevo reto internacional a finales de año, el Mundial Playa, que en esta ocasión será en Egipto.