"El disco duro de mi portátil echa humo", bromea Samuel Iglesias, que ha analizado cada detalle del proyecto, desde el trabajo con los colegios a las tareas de formación de entrenadores. "No queremos que los jugadores sean una simple cuota, queremos que se sientan parte importante del club, del proyecto, de lo que están haciendo", sostiene.

"Hemos venido a trabajar porque este es un proyecto que es posible y necesario", indica Iglesias. Además de adelantar su intención de trabajar de forma presencial en los centros escolares de la ciudad, también hace extensible su propuesta deportiva a otros colectivos como Aspanaex, Down Vigo o Proyecto Hombre. "Podemos ayudar a darles su espacio. Hay muchos equipos de deporte adaptado y por qué no darles la oportunidad de practicar balonmano", indica el ideólogo del proyecto, que asegura que "en esta sociedad estamos muy acomodados". "Hay que abrir el balonmano a todos los colectivos, no cerrarnos ninguna puerta", anuncia. Son pasos que confían en dar en poco tiempo. Planean hacer reuniones con padres y jugadores para que "conozcan el proyecto y que vean que no vamos a venderles humo, que vean que tenemos todo bien programado y es algo serio y bueno".

"Mucha gente nos está contactando interesándose por el proyecto. Si somos capaces de llevarlo a cabo, sobre todo el plan que tenemos en las escuelas, nuestra ilusión es ser algo más que un club de balonmano y realizar una labor más social. El deporte también es valores y es una forma de hacerlo más grande", insiste. Los interesados pueden consultar las redes sociales del club (@balonmanvigo) o contactar por mail: balonmanvigo@gmail.com.