El Mecalia Guardés ha caído contra el Rocasa Gran Canaria (20-26, 10-12 descanso) en un partido que tuvo dos actos bien diferenciados. Al descanso, las de Prades llegaron con un abierto 10-12, pero una doble inferioridad al comienzo del segundo tiempo y el bloqueo ofensivo (5 goles en 20 minutos) decantaron la victoria del lado de un Rocasa que se hace más líder y encarrila su camino hacia su primer título de campeón. Con esta derrota, las gallegas -a la espera de que el fin de semana se completen el resto de partidos de la jornada 22- continúan cuartas. Ahora, la Liga Guerreras Iberdrola descansará hasta el primer fin de semana de mayo.

Se notaba en el ambiente la importancia del choque y la carta de presentación del rival, así que desde el pitido inicial la grada se mostró animada empujando al Guardés en "defensa, defensa". Doiro tiraba del carro y Carratú emprendía un gran duelo de porteras con Navarro. La intensidad y el buen juego parecía acompañar a las de Prades, pero se mostraban poco acertadas a la hora de ejecutar sus lanzamientos. El Rocasa quería más tranquilidad y manejar mejor los tiempos para no agotarse en exceso.

Comenzaban las rotaciones locales, escasas por las bajas, con los primeros minutos para Kurchankova. El marcador lució por unos segundos el 9-9. Pero ya se sabe: cualquier error se paga caro, y el Guardés los comete en cantidad. Y en un abrir y cerrar de ojos el Rocasa pegó un nuevo arreón. Mbengue, especialista en anotar sobre la bocina, hizo una de las suyas (10-12).

Y hasta aquí duró el Guardés plantando cara al Rocasa, que mostró sus cartas y bazas para meterse en el bolsillo su primer título de campeón de Liga, al tiempo que continúa soñando en la Challenge Cup. Si la doble inferioridad del arranque de la segunda parte hizo daño al Guardés (Min.35, 11-14), más lo hizo el apagón ofensivo que solo le permitió anotar 5 goles en 20 minutos: del 10-12 del descanso al 15-23 del minuto 51. La limitación en las rotaciones condicionó y el relevo Carratú-Carrera-Ezbida no sirvió de revulsivo. Poco se puede salvar de una segunda parte en la que el Guardés no encontró la luz.