Beatriz Fernández casi no podía creerse cuando cruzó la meta que era la primera ganadora del Maratón Vig-Bay. "Tuve que convencer a mi entrenador para que me dejara correr este maratón porque es muy duro", confesaba tras cruzar la meta y pedir una Coca-Cola para recuperar fuerzas.

La corredora del Corredoiras Bueu ya había disputado dos ediciones del Maratón de A Coruña, donde se proclamó subcampeona gallega en ambas ocasiones, pero se confesó emocionada con el ambiente vivido ayer en la carrera que une Vigo y Baiona. "Llegué a emocionarme cuando dimos la vuelta en Samil y la gente me empezó a gritar y a animar", indica.

En Baiona mejoró su marca en la distancia y aunque iba controlando sus ritmos, no fue del todo consciente de que iba primera. "Iba haciendo mi carrera, intenté ir sola porque hablo mucho cuando voy corriendo y para no hablar y centrarme lo hice así. No me lo esperaba, pero salió y estoy muy contenta".