Hay tardes que están llamadas a convertirse en épicas, en las que todo parece que se vuelve en contra, pero que un equipo con fe en lo que hace puede cambiar por completo. Eso le ocurrió ayer al Arosa, que se encontró con un campo impracticable que impedía su juego, un tanto en contra a los 14 minutos por un fallo del portero local provocado por un charco y con numerosas ocasiones falladas.

Sin embargo, apareció Sylla. El delantero senegalés lideró una remontada que ilusiona, porque puede abrir las puertas de un play off que no se disputa desde hace 26 años.

Sus dos goles, unidos a la derrota de la UD Ourense ante el Bergantiños, colocan al Arosa a cuatro puntos del cuarto puesto y le permiten mantenerse en la lucha.

No pintaba todo tan bonito para los de Rafa Sáez cuando comenzó a rodar el balón por el césped de A Lomba tras el tanto de Juanito Bazo.