- Quedan escasos días para el gran momento de la vigésima edición de la Vig-Bay.

- Sí. Es la edición más especial hasta la fecha pero vendrán otras más especiales supongo.

- Y, para celebrarlo, un maratón. ¿Da algo de vértigo organizar ambas pruebas de modo simultáneo?

- Es un esfuerzo doble por parte del equipo organizativo de todos los que colaboramos, que son muchas instituciones, y es una prueba de gran complejidad. Además, los corredores somos bastante críticos y cada paso que damos vamos viendo si las cosas se hacen bien o mal, por lo que es un compromiso importante.

- ¿Cuál es la clave para que año a año el nivel organizativo roce la excelencia, seña de identidad de esta carrera?

- En mi persona es algo innato. Esa sensación que tengo de ayudar, de poner cariño en las cosas. Por mi parte se ha impregnado ese cariño en la Vig-Bay y quienes trabajan en la organización seguramente ya me han superado en eso, porque es importante que la gente que venga a correr no tenga problemas, que vea que por nuestra parte estamos ahí para resolver cualquier cosa, para que sea un día relajado. Cuando empiezas o correr, o cuando corres, estás más preocupado por temas colaterales o logísticos que de correr y nosotros lo que queremos es que el que venga que sepa que cualquier problema que pueda tener se le va a resolver y que ahí ponemos todo el cariño del mundo en lo que hacemos.

- ¿Qué es lo que más orgullo le hace sentir de la Vig-Bay?

- Me siento orgulloso de que realmente en nuestra sociedad la Vig-Bay sea un reto para mucha gente. Al principio nos veían como esos locos que corren, pero poco a poco la gente se ha enganchado. Hay un espíritu general de Vig-Bay y eso me enorgullece, que para tanta gente se pueda convertir en un objetivo.

- Para toda esa gente, de premio, un maratón en una edición tan especial...

- Hace años que es un clamor popular. Pensamos que podía ser bonito que gente que había empezado en el medio maratón con nosotros este domingo pudieran tener el reto del maratón. Esas 1.300 personas que vienen salen casi todas de esa cantera del maratón.

- Sin ir más lejos, usted mismo, que lleva 19 ediciones del medio maratón y este año correrá el maratón.

- Para mí, el objetivo número uno es correr la Vig-Bay. Hace ocho años que no corro un maratón, sin embargo no lo que no lo pensé mucho a la hora de inscribirme. Obviamente tenía que correrlo, y ahí estoy, mitad como corredor y mitad supervisor.

- Dicen que el primer maratón nunca se olvida, pero este va a ser especial también, ¿no?

- Este no lo voy a olvidar. Del primero que hice me acuerdo, también de alguno por el camino por haber sufrido más o menos, pero este creo que va a ser un maratón para el recuerdo mío y el de mucha gente.

- Pues solo queda disfrutarlo...

- Sí, y ojalá al llegar al Baiona lo que podamos recibir sean felicitaciones por parte de la gente. Significará que todo ha salido como deseamos.