El triunfo ante el Victoria FC el pasado domingo por 2-1 ha permitido al Matamá certificar su billete para la nueva Primera B a falta de dos jornadas para finalizar la temporada. Un ascenso histórico de un club modesto que se enfrenta, en medio de la euforia, a muchas incógnitas sobre qué le esperará el año que viene en una categoría que aún perfila los últimos detalles de su creación.

"Cuando empezamos la temporada el proyecto se basaba en intentar estar lo más arriba posible, pero no contábamos con que a dos jornadas para finalizar el campeonato hubiéramos conseguido el ascenso matemático", indica el presidente del club, César Casas. "Es una sorpresa, pero ha sido fruto de un trabajo increíble tanto del cuerpo técnico como de las jugadoras, que lo dieron todo y han estado a un nivel increíble".

Casas habla de la capacidad de superación de un equipo que ha sabido sobreponerse a los contratiempos que ha tenido que sufrir a lo largo del curso, sobre todo en cuanto a las lesiones. "Tuvimos problemas para ocupar el puesto en la portería. La implicación de las jugadoras ha sido total porque más que ser un problema transitorio se convirtió en algo habitual, ocupando Ani el puesto cuando en realidad es una jugadora de campo".

Pese a los contratiempos, ayer fue día de celebrar y hoy, de empezar a planificar. "Desde ya hay que pensar que la temporada que viene se inicia un nuevo proyecto en un escenario totalmente nuevo", añade. "Estamos muy ilusionados y esto nos da más ánimos para intentar formar el proyecto de la próxima temporada, pero iremos pasito a pasito. Creo que tenemos tiempo como para poder ir haciéndolo sin prisas. Como todos los novatos en cada nueva categoría tendremos que preguntar mucho, asesorarnos, pero estoy seguro de que finalmente será posible. Es lo que desde el club queremos".

Lo cierto es que el nacimiento de la nueva Primera B, que se denominaría Liga Promesas, nace con muchas incógnitas. "Este mes debería quedar aprobada la nueva normativa que regularía esta nueva liga y estamos expectantes. Hay muchos clubes que no lo vemos nada claro. Hay muchas cosas que pulir y estamos a la espera de ver en qué va a quedar". Para César Casas, los requisitos que se plantean son "muy exigentes" para clubes modestos como el que preside. "Cuanto antes se aclare cómo va a ser, antes también podremos proyectar", explica el dirigente.

El tema presupuestario es uno de los mayores problemas al que se enfrenta la entidad viguesa. "Lejos de beneficiar al fútbol femenino, estos requisitos lo perjudican. Si aprueban lo que pretenden estamos hablando de unos gastos increíbles para un club como éste, a los que hay que sumar los desplazamientos, que serán más largos y de más días. Es un suma y sigue importante dentro de la economía de clubes como el nuestro", añade.

En este sentido esperan una revisión de dichos requisitos a lo largo de este mes. "Creo que se debe ajustar un poco más a nuestra realidad, que se nos escuche, que adapten la normativa a nuestras necesidades y que se vaya aplicando de una forma progresiva". La directiva del Matamá hará todo lo posible para poder hacer realidad el sueño de su equipo. "Tiempo a pararse siempre hay. Hemos cumplido un objetivo que queríamos, tenemos muchas ganas y no vamos a escatimar en esfuerzos y medios para intentar conseguir estar donde queremos. Lo hemos logrado con esfuerzo y trabajo y se lo debemos tanto al cuerpo técnico como a las chicas".

Continuidad en la plantilla

En cuanto a la plantilla y al cuerpo técnico, anuncia continuidad. "Estoy encantado y creo que el cuerpo técnico ha hecho un trabajo increíble, no hay motivo ni para cambiar ni para modificar nada. Lo que sí toca ahora es escucharlos y que hagan propuestas porque desde luego el presidente está para apoyarlos", subraya. "Se ha conseguido reunir un grupo humano increíble. Hay entre ellas y el cuerpo técnico una relación especial, que es fruto del trabajo y de la implicación. Las cosas que funcionan, ¿para qué cambiarlas?".

De cara al futuro trabajan en la búsqueda de un patrocinador que les apoye. "Las exigencias económicas de la nueva categoría son muy duras y la falta de un patrocinador es nuestro mayor escollo. Este año estamos sin sponsor y una de las cosas que hay que abordar es conseguir el apoyo económico que nos falta. Tendremos que presentar un proyecto de viabilidad y hablar también con las administraciones, cómo no".

A día de hoy, a falta de que se concrete la normativa de la nueva Liga Promesas, no saben qué presupuesto exacto necesitan. "Esto es muy reciente aún. No sabemos ni qué desplazamientos habrá, pero va en base a lo que se apruebe este mes", concreta Casas. Así que celebran el ascenso entre un montón de incógnitas: "Estamos con una alegría contenida. No es completa porque falta saber con qué nos vamos a encontrar el año que viene".