Marc Márquez sentenció de manera espectacular su victoria con casi diez segundos sobre Valentino Rossi, motivo por el que dijo no recordar que antes "hubiese cogido en seco tanta distancia". "Ha sido uno de los fines de semana más sólidos y más concentrado", dijo. En cualquier caso Marc Márquez reconoció que su relación con Termas de Río Hondo es de "blanco y negro, de ganar o caer", recordando sus problemas de pasadas temporadas.

"Cuando tienes esta sensación tienes que saber aprovecharla, aunque es una lástima que den los mismos puntos por ganar con diez segundos que con uno, pero sí que te da un extra de confianza para que se vea que en Honda se están haciendo bien las cosas", señaló el piloto de Repsol quizás pensando en la controversia generada desde el jueves con el "apéndice" de la Ducati.

Márquez reconoció que "tenía ganas de hacer una carrera tranquila y de demostrar la velocidad del año pasado con la precisión necesaria y habiendo aprendido de los errores", y enseguida recordó que, entonces "fui el primero que dijo que había cometido errores, fui penalizado y estaba de acuerdo, por eso quería demostrar que puedo ser igual de rápido con más precisión".

Márquez aseguró que ya en Qatar se sintió tranquilo por lo que le espera durante la temporada y enseguida se refirió a Texas, la próxima cita, en Austin, en donde no espera tener problemas, aunque el circuito de Las Américas "es uno de los más físicos del campeonato".

"Me gusta liderar el campeonato. De hecho, he mirado por las pantallas cómo iban Rossi y Dovizioso, porque se estaban jugando el segundo puesto y esta vez he apoyado más a Rossi que a Dovi", afirmó casi a carcajadas Márquez, quien exclamó: "¡Cosas de la vida!".

"Desde el muro veía unas manos que me pedían que me relajase. Sabía que era Alberto (Puig) o Emilio (Alzamora), porque siempre son ellos. Cuando eres ex piloto lo sabes. Luego me han dicho que era Alberto, pero cuando bajas el ritmo te desconcentras", reconoció.