El calvario por el que ha pasado el Celta finales de diciembre se hizo patente en las lágrimas de Iago Aspas al final del partido. Lágrimas de alegría y de liberación. El delantero del Celta, autor de dos goles esta tarde en la remontada celeste frente al Villarreal, no pudo evitar derrumbarse cuando se sentó en el banquillo después de ser ovacionado por todo Balaídos. Su ausencia fue una carga demasiado pesada para sus compañeros y para él mismo, que veía con impotencia desde la grada como volaban los puntos jornada tras jornada y su equipo se hundía más y más en la tabla. Hoy, con el partido resuelto con final feliz y después de ser despedido como un héroe, Aspas se emocionó. Empezó a llorar en el banquillo mientras Lucas Olaza solo era capaz de abrazarle. Las lágrimas de un jugador que siente al Celta en su ADN.

"He sufrido muchísimo. Mi familia sabe todo lo que he aguantado estos tres últimos meses sin poder ayudar a mis compañeros", dijo Aspas al final del partido. "Creo que no nos merecemos a esta afición", confesó mientras la grada seguía coreando su nombre. El de Moaña quiso agradecer el recibimiento brindado por el celtismo a pesar de que el equipo comenzase la jornada a cuatro puntos de la salvación: "Con el aliento de la gente hemos empujado hasta los últimos minutos".

La gesta de Iago Aspas, que ha sido tendencia número uno en Twitter en España, no ha pasada desapercibida para nadie. Las redes sociales se han llenado de felicitaciones y de mensajes de admiración hacia el astro del Celta.