Dos hojas de acta para recoger todas las incidencias de un encuentro singular. El Val Miñor-Colindres del Grupo I de la División de Honor Juvenil concluyó con victoria por 4-0 de los nigranenses. Un resultado que les permite alcanzar los 30 puntos, con tres de ventaja sobre los puestos de descenso. Los cántabros habían acudido al encuentro con 15 puntos, ya descendidos de forma matemática desde la anterior jornada. Un contexto que probablemente explique lo sucedido. Porque el partido en Condomínguez concluyó de forma anticipada, en el segundo minuto de la segunda mitad. Tres expulsiones y dos lesiones en el bando visitante fueron la causa.

Los cuatro goles del Val Miñor llegaron en la primera mitad. Anotaron Diego Somoza en el minuto 17, Iker Piñeiro en el 38 y Xoel Piñeiro un doblete, en el 34 y el 44. La cuantía exacta del triunfo local es casi lo de menos. Su victoria nunca estuvo en cuestión debido al comportamiento del Colindres, según refleja en el acta el árbitro, Gabriel Quintairos Rial. En el apartado disciplinario, la actuación miñorana se salda con una amonestación a Iker Villanueva por no respetar la distancia en la ejecución de un tiro libre.

Apenas un telegrama para el Val Miñor, en comparación con el completo relato que el árbitro le dedica al Colindres. Los cántabros inician su festival tras el primer tanto local. En el minuto 18 llega la primera expulsión, de Enrique Martínez, por doble cartulina amarilla: por protestar y por insistir en las protestas. Quintairos Rial relata cómo entonces Enrique Martínez se encara con él, "en actitud agresiva, visiblemente exaltado y fuera de sí". El jugador empuja al árbitro en el pecho mientras grita: "¡Está todo grabado! ¡A ver cómo cojones sales de aquí!".

Quintairos pedirá la intervención del delegado de campo. Asegura haber temido por su integridad física: "Este jugador me levantó su brazo con el puño en alto, teniendo intención de agredirme". Añade que Enrique Martínez "tuvo que ser sujetado y separado por miembros del cuerpo técnico local y por varios jugadores para ser llevado en primer lugar hacia su banquillo para que cesase en sus intentos de encararse conmigo y perseguirme. Posteriormente tuvo que ser sujetado para que se dirigiese al vestuario, ya que dicho jugador persistía en su intención de encararse conmigo. Por todo esto, el partido estuvo detenido durante 4 minutos".

En el minuto 18 Quintairos también le muestra amarilla a Adrián Campillo, el portero visitante, que abandona el arco y recorre varios metros para dirigirse al árbitro. Campillo le grita entonces al árbitro: "¿Qué cojones haces? ¡Eres un puto loco!", lo que le supone la tarjeta roja directa. Es la segunda expulsión de un Colindres que además ha viajado a Nigrán con solo doce jugadores en la convocatoria. Otro jugador deberá hacer de portero.

El encuentro prosigue, con la secuencia de los goles locales y solo una amonestación más a los visitantes, en este caso a Miguel de la Maza, también por protestar. Pero justo antes del descanso, en el minuto 44, se produce un nuevo altercado. Raúl Canales es penalizado con una nueva amarilla, en este caso por discutir una señalización de uno de los asistentes. Canales replica el árbitro: "¡Vete a la mierda! ¡Sácame las tarjetas que te salga de la polla!". Nueva roja directa y tercera expulsión.

El entrenador del Colindres, Pablo Lus López, solicita que Ortega, su único suplente, entre por Diatta. Y en ese momento el árbitro capta y recoge en el acta que el preparador visitante "se dirige a sus jugadores diciendo que va a realizar la sustitución que le queda para que puedan fingir dos lesiones y poder terminar el partido. Una vez se produce la sustitución, uno de los jugadores del Colindres se tira al suelo, finalizando la primera parte del partido".

"En el descanso, el entrenador del Colindres viene a nuestro vestuario y nos comunica que no quieren salir a jugar la segunda mitad del partido, que ponga en el acta que tienen a dos jugadores lesionados y que no tienen el número de jugadores para poder continuar el partido", revela el árbitro. Ante la negativa de Quintairos, el Colindres salta al campo en la segunda mitad. Pero para acelerar la resolución del encuentro. A los 23 segundos de la reanudación Martins se tira sobre el terreno de juego, llevándose la mano a la parte posterior de la pierna izquierda. "Cuando me acerco a su posición para preguntarle si desea recibir asistencia, observo que dicho jugador se está riendo", sostiene el árbitro. "Me responde que sí desea recibir asistencia, entrando el ATS de su club a atenderle y diciéndome posteriormente que no puede continuar jugando".

Martins se retira. El Colindres aguanta con siete jugadores sobre la cancha. Falta solo un abandono, que se producirá enseguida. En el minuto 47 De la Maza se tira al suelo gritando. "Detengo el partido y me solicita que mande entrar a las asistencias. Entra el ATS de su equipo y dicho jugador se levanta riéndose y me dice que suspenda el partido porque no puede continuar jugando", redacta el árbitro, que suspende entonces el partido. Por si queda alguna duda, Martins, uno de los supuestos lesionados, se dirige a Quintairos y le espeta: "¡Que sepas que nos vamos del campo por tu puta culpa, no porque estemos mal!".

Falta el epílogo, que Quintairos Rial incluye en un anexo al acta. Cuando el árbitro ya ha abandonado el vestuario y se dispone a abandonar las instalaciones del Condomínguez en su vehículo, Martins se sitúa delante, "cojeando de forma ostensible y exagerada", obligando a que Quintairos ralentice el coche en la rampa de salida. "Al llegar a la salida, dicho jugador se para delante de mi coche, obligándome a detenerme. Tras conseguir esquivarlo y mientras me marchaba del campo, dicho jugador se dirige a mí gritándome: "¡Qué tonto eres!".