El Rápido de Bouzas sufrió mucho en un campo complicado y se dejó los tres puntos contra un Guijuelo que fue superior y que gozó de ocasiones como para dejar cerrado el encuentro antes del pitido final, pero que acabó sufriendo a costa de un Rápido de Bouzas que tuvo alguna ocasión como para empatar. La derrota deja al conjunto de Michel Alonso tocado en la decimoctava posición, con 25 puntos y a siete de la salvación.

Se presentaba un encuentro difícil contra un Guijuelo que no perdía desde el 20 de enero. El partido comenzó con un Guijuelo que salió con una marcha más y dispuesto a golpear primero. El conjunto de Ángel Sánchez salió mejor en el partido y con una intensa presión incomodó la salida de balón de un Rápido de Bouzas que no podía pasar de medio campo en buenas condiciones. La primera del partido fue para Manu Fuster. El jugador local no se lo pensó dos veces y golpeó desde la frontal tras una buena jugada colectiva. Su disparo se marchó rozando el larguero. Era el primer aviso por parte local. El Rápido de Bouzas no podía pasar de medio campo y cuando lo hacía no sabía bien qué hacer con el balón. Así que una de las opciones claras que tenía era hacer daño a balón parado. La primera para los de Michel Alonso fue tras una dura entrada que le costó la primera amarilla del partido a Carlos Rubén. El disparo de falta de Mouriño se marchó alto por encima de la portería de Felipe Ramos.

El encuentro seguía con los locales dominando, aunque no generaban mucho peligro en el área del Rápido de Bouzas. El Guijuelo se sentía cómodo con el balón, y si en los primeros instantes jugaba por arriba con balones largos o con centros laterales, a medida que pasaban los minutos comenzaron a hacerlo a ras de suelo. Y justo cuando se cumplió la media hora de partido llegó la jugada de la polémica que cambió el devenir del partido. Manu Fuster cayó dentro del área y el colegiado señaló el punto de penalti. Fue una jugada muy protestada por parte viguesa, pero no hubo marcha atrás y los locales se adelantaron en el marcador con gol de un Raúl Ruiz que transformó la pena máxima con "paradinha" incluida. Se ponían muy en contra las cosas para el Rápido de Bouzas.

Tras el gol se disputaron unos minutos en los que destacaron las faltas por parte de ambos conjuntos y las jugadas a balón parado. El tiempo seguía pasando y el Rápido de Bouzas tenía muchas dificultades para generar peligro a costa de un Guijuelo que gozó de varios córners.

El paso por los vestuarios sirvió para que el Rápido de Bouzas descansara e intentara cambiar la dinámica de un partido que no pintaba nada bien. La victoria local era por la mínima, pero las sensaciones sobre el terreno de juego eran que los locales se encontraban muy cómodos, tanto con balón como sin él.

Tras la reanudación, el Rápido de Bouzas tuvo dos ocasiones claras a través de dos centros. Iago López remató un primer centro desde la esquina de Adrián Mouriño, pero su remate salió desviado. La segunda fue para un Pablo Antas que no pudo rematar a placer y conectó un mal remate. El gol no llegó, pero sí los avisos. Tras estas dos ocasiones viguesas llegó una por parte de un Guijuelo que pudo anotar el segundo tanto de la tarde. Manu Fuster realizó una gran acrobacia para rematar un balón que acabó sacando de la misma línea de gol Brais. Era el primer aviso de un Guijuelo que no salió bien tras el paso por los vestuarios.

Pero a partir del minuto 60 hasta la conclusión del partido el Guijuelo volvió a ser superior y gozó de muchas oportunidades para anotar un segundo gol que hubiera sentenciado el choque. Y por no cerrar el encuentro, el Rápido de Bouzas estuvo a punto de empatar con un rechace de la defensa del Guijuelo que se marchó a la madera. El conjunto de Michel Alonso mejoró en el tramo final de partido. De hecho, el Rápido de Bouzas estuvo mejor en el segundo tiempo que en el primero e inquietó más la portería local, pero se llegó al final del partido con victoria salmantina por la mínima y con un resultado que deja tocado a un conjunto que se queda a tres victorias de la salvación.