Butarque volvió a saborear ante el Girona (0-2) el gusto amargo que produce una derrota en duelo oficial del Leganés cuando juega como local, algo que no había experimentado desde que el pasado mes de septiembre se marchó el Villarreal con los tres puntos.

La victoria que no habían conseguido con anterioridad o el Barcelona, el Atlético, el Sevilla, el Valencia o el Real Madrid en la Copa se la llevaron los gerundenses frente a un contrario que esta vez no pudo tapar sus carencias en algunos aspectos.

Afrontaba el anfitrión varios retos, ninguno de ellos menor. El más importante, seguir alejándose del descenso y acercándose a los puestos que dan acceso a las competiciones europeas la próxima temporada. También vencer por fin a su rival, algo que no había conseguido en los siete precedentes.

Tras el primer gol de Portu, no aprendieron de su error los madrileños, que volvieron a tropezar con la misma piedra. Como continuación a un saque de puerta otra vez Stuani saltó más que sus compañeros de vuelo y facilitó que Valery se marchase cómodamente por una banda. A su lado Portu, quien solo tuvo que empujar a la red el pase de la muerte. Todo ello en menos de diez minutos.