Con sufrimiento y pasando apuros sumó ayer el Guardés los dos puntos en A Sangriña. Las de Prades, con poca contundencia, dieron alas a un Morvedre joven y guerrero que solo se vio superado con claridad en los últimos minutos (27-21, 13-11 al descanso). El resultado positivo de la jornada 19 de la Liga Guerreras Iberdrola solo sirve a las gallegas para continuar quintas en la tabla, empatadas a 25 puntos con el Liberbank Gijón, cuarto y que pasará por A Sangriña en quince días. El susto de la tarde es-tuvo protagonizado por Carmen Campos. La lateral madrileña tiene una fractura nasal que deberá ser tratada en los próximos días una vez que se ha descartado la necesidad de inter-venir quirúrgicamente.

Estela Carrera fue la novedad en portería tras varios partidos sin protagonismo. La guardameta cuajó un buen partido, salvando los varios errores de sus compañeras en defensa. Junto a Carrera, Doiro, Campos, Egozkue, Buforn, Urban y Sempere protagonizaron los primeros minutos, dejando paso en defensa a Carla Gómez por la central guardesa.

Los errores visitantes fueron desaprovechados por el Guardés, que tampoco acertaba con sus lanzamientos y dejaba escapar varias oportunidades de alejarse en el marcador.

Carrera detenía un nuevo 7 metros, pero el siguiente ya se le colaba con un poco de mala suerte y en un abrir y cerrar de ojos el Guardés reflejaba en la pista sus luces y sombras. Entre los errores locales y visitantes, se colaban también los arbitrales. A Sangriña ardía y de manera especial la grada se indignó cuando Carmen Campos tuvo que abandonar la pista ensangrentada a consecuencia de un choque contra una jugadora del Morvedre. El diagnóstico apunta a una fractura nasal que será tratada en los próximos días y para la que se ha descartado la necesidad de pasar por quirófano.

Con todo por decidir, el Guardés no transmitía sensación de seguridad y las visitantes seguían sin rendirse (Min. 47, 20-18). Etayo pedía a las suyas que se adelantasen y presionasen hasta vaciarse. Lucharon, pero los dos puntos y la victoria ya tenían dueño.