El Club Vigo Voleibol se llevó un castigo excesivo en su desplazamiento a Dumbría, donde cayó ante el segundo clasificado de la Superliga 2 y aspirante a la fase de ascenso. El duelo era complicado porque los locales querían certificar su presencia en esa fase de ascenso de manera matemática, y eso solo era posible venciendo a los vigueses y, además, porque el Club Vigo intentaba levantar cabeza después de un viernes convulso con el incendio en las instalaciones de Coia, en donde se perdieron muchos de los recuerdos gráficos del club desde su fundación hace 50 años.

Ahora los vigueses ya piensan en el próximo partido ante el C.V. Cáceres, que posiblemente se disputará en el Pabellón de Teis tras el incendio en su feudo de Coia.