La suerte se muestra muy esquiva con el Ribadumia. Los aurinegros tuvieron ocasiones ayer para llevarse un partido que, en el global, dominaron pero que no supieron matar, y lo que es peor, proteger el tanto de ventaja. El encuentro no comenzó bien para los locales ya que el Vilalbés tuvo diez minutos en los que encerró al Ribadumia en su área, sobre todo, con acciones a balón parado. Sin embargo, los aurinegros consiguieron sacudirse ese dominio y dieron un paso al frente, sobre todo, a través de rápidas transiciones, con las que generaban mucho peligro.