Vigo continúa perdiendo actividades deportivas en las categorías nacionales. Ahora le toca el turno al béisbol, deporte que contempla con rabia y resignación cómo el Halcones ha tenido que renunciar a su plaza en la Liga Nacional Grupo Noroeste por falta de instalaciones municipales. El Ayuntamiento no les ha respondido a la petición de contar con un campo público donde disputar sus partidos como local después de ser expulsados del que utilizaban en Bembrive y que fue reconvertido en una pista para el vuelo de drones. Las máquinas se han impuesto esta vez a un deporte cuyos orígenes se remontan al siglo XIX en Estados Unidos. En Vigo, los Halcones lo popularizaron la pasada década y en 2008 ascendían a la División de Honor. Su expulsión del campo de As Plantas obligó al club que preside Óscar Martínez a jugar como local en A Coruña. Esta alternativa ha resultado inviable económicamente debido a los elevados costes de desplazamiento. Ahora se ven obligados a renunciar a la segunda categoría del béisbol español. Para no tener que disolver un club con quince años de historia, sus dirigentes han decidido inscribirlo únicamente en la Copa Federación Gallega para no perder la licencia federativa. Ni siquiera su brillante palmarés (único equipo gallego en alcanzar la División de Honor) resulta suficiente para convencer a las autoridades locales de que sin instalaciones resulta imposible sobrevivir.

"El club no puede permitirse otro año más en el exilio, siendo la falta de campo el motivo de haber renunciado la temporada pasada a acudir al play-off de ascenso a la División de Honor", sostiene Óscar Martínez al anunciar la renuncia del Halcones a la Liga Nacional.

Su presidente lamenta que el Concello haya optado por el silencio. "La Liga comienza el 30 de marzo y teníamos de plazo límite hasta el 5 de marzo para presentar un campo propio. Tuvimos varias reuniones con el concejal de Deportes, Manel Fernández, pero no hemos llegado a concretar nada. Por eso nos vemos obligados a abandonar la competición", lamenta Martínez.

La falta de instalaciones ha ido debilitando al club, al que le ha salido un competidor en Vigo: el Trasnos. "Ahora el problema es doble porque somos dos clubes sin campo. Ellos, que también están en la Liga Nacional, van a competir en Gijón como locales, pues aquí no tenemos instalaciones municipales", insiste Óscar Martínez.

"Al ver que tienes que ir a competir fuera de casa todas las semanas y que ni siquiera puedes optar a la recompensa de pelear por el ascenso, nos supuso varios problemas e incluso alguno de nuestros jugadores abandonó el club. Este año no podemos seguir en la misma línea y hemos tomado la decisión de renunciar a la Liga Nacional, al menos durante este año. Un club con 15 años de historia no merece acabar así", lamenta el máximo dirigente del club Halcones.