La generación posmilenial del atletismo español, con la "Superchicas" adolescentes Jael Bestué, María Vicente y Salma Paralluelo, se presenta en Europa de hoy a domingo encastrada en un grupo de 24,8 años de edad media liderado por Orlando Ortega y Ana Peleteiro. La pista cubierta de Glasgow trae al aficionado español el recuerdo de las cuatro preseas conseguidas aquí hace 29 años: tres platas -Tomás de Teresa en 800, Fermín Cacho en 1.500, Arturo Ortiz en altura- y el bronce de Cayetano Cornet en 400. Entonces fue en el histórico Kevin Hall, ahora lo será en el Emirates Arena, inaugurado en 2012, muy cerca del Celtic Park.

Entre los 637 atletas de 49 países que se disponen a competir, el récord de precocidad lo tendrá una cuatrocentista española, Salma Paralluelo, que con 15 años y 108 días se convertirá hoy en la segunda atleta más joven de la historia que compite en unos Campeonatos de Europa. En 34 ediciones en sala, sólo la marchadora noruega Kjersti Tysse participó a una edad más joven, con 15 años y 4 días, hace ya 32 años. Llegaría a ser dos veces subcampeona olímpica de 20 km.

Con el título mundial sub-17 de fútbol ya en su incipiente historial, Salma forma parte de la generación "talentosa e irreverente" de la que habla el presidente de la Federación Española, Raúl Chapado. La responsabilidad en el equipo no recaerá, sin embargo, en los nacidos en el siglo XXI, sino en aquellos que parten con opciones reales de batirse por las medallas.

El liderazgo del equipo recae en el subcampeón olímpico Orlando Ortega y en la doble medallista de bronce -mundial y europea- Ana Peleteiro. Ortega llega con la mejor marca del año entre los inscritos en 60 m vallas: 7.49, a una centésima de su récord de España y a cuatro de su mejor marca como cubano. Pero no se fía de los franceses ni de los británicos, muy competitivos, aunque el defensor del título, Andrew Pozzi, no parezca llegar en su mejor momento. "A la hora de la verdad, siempre dan guerra", apunta el plusmarquista español.

Ortega y Peleteiro son, junto con el heptatleta Jorge Ureña -actual subcampeón continental-, Óscar Husillos (400) y Álvaro de Arriba (800), las principales bazas españolas para obtener medallas. Un año después de su oro fallido en la final de los Mundiales de Birmingham, Husillos, que fue descalificado por pisar fuera de calle después de haber vencido con un crono espectacular de 44.92 que hubiera sido récord de Europa, no tendrá que batirse con el hombre que heredó allí su medalla, el checo Pavel Maslak, invicto en campeonatos en sala desde 2012 y ahora enfermo, aunque sí con el noruego Karsten Warholm, campeón mundial de 400 m vallas.

En la selección española de 43 atletas -24 hombres y 19 mujeres, la tercera más numerosa en la historia del torneo- hay otra media docena que aspira, al menos, a estar en las finales. Son los casos de Mariano García -campeón nacional sub-23 y absoluto de 800-; y en 1.500 Jesús Gómez -campeón de España- y Saúl Ordóñez -bronce mundialista en 800-, aunque habrán de vérselas con dos de los tres hermanos noruegos Ingebrigtsen: Filip y, especialmente el menor, el imbatible Jakob, de 18 años.

La ausencia del actual campeón europeo de 3.000, Adel Mechaal, que ha renunciado a defender el título, y la baja por lesión de Toni Abadía deja a España con pocas opciones en una prueba que le ha dado 17 medallas y cinco títulos europeos a lo largo de la historia.

La plaza de finalista (8 primeros) será el objetivo de los saltadores Eusebio Cáceres (longitud) y Pablo Torrijos (subcampeón de triple en 2015) en dos pruebas de perfil bajo este año; y también Esther Guerrero en 800, Marta Pérez en 1.500 y María Vicente en el heptatlón, así como el relevo 4x100, aunque cuente con sólo dos titulares, Husillos y Búa.