El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga al expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell por supuesto blanqueo de 20 millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol ha decidido dejarle libre antes de que acabe la vista, tras casi dos años en prisión provisional, una vez que ya ha declarado.

Antes de comenzar la sesión de ayer del juicio la Sala ha comunicado que el tribunal ha acordado la libertad provisional con medidas cautelares de Sandro Rosell y de su socio el abogado andorrano Joan Besolí, ambos en prisión provisional desde el 25 de mayo de 2017 por esta causa, en la que la Fiscalía pide para ellos 11 y 10 años de prisión, respectivamente.

En un auto la Sala explica que tiene en cuenta que ambos ya han prestado declaración en el juicio, que "han superado los 21 meses de prisión preventiva" y el "carácter excepcional" de esta medida, "máxime estando muy próximo a cumplirse el máximo legal de dos años permitido por la ley".

No obstante les obliga a asistir a todas las sesiones del juicio y fijar domicilio y teléfono de contacto, les retira el pasaporte y les exige que comparezcan el primer y tercer lunes de cada mes ante el Juzgado o Comisaría más próximo a su domicilio y que estén a disposición del tribunal cuanta veces sean llamados.

El tribunal aclara que no accedió antes a dejarles en libertad por el "riesgo de fuga" ya que consideraba "imprescindible que comparecieran en el juicio".

Sin embargo la Sala explica que ha "reexaminado" la situación personal de ambos acusados y "visto que ya han sido oídos en declaración", y "cualquiera que sea la decisión que se adopte en sentencia", opta por acceder a la libertad solicitada "sin necesidad de constitución de fianza"

"No tengo nada que esconder, soy inocente de todo lo que me imputa la Fiscalía y puedo poner todo mi patrimonio de garantía de que no voy a huir", declaró Rosell en la sesión de ayer, en la que el fiscal se opuso a su puesta en libertad y a la de Besolí.

Fuentes de la Fiscalía han informado a Efe de que el fiscal no recurrirá el auto de libertad de ambos acusados porque al tener que ser presentado ante el mismo tribunal no prosperaría.

A su salida de la Audiencia al término de la sesión de hoy el abogado de ambos acusados, Pau Molins, ha dicho que ambos están "muy contentos porque se ha hecho justicia" y ha añadido que "ahora falta que se traduzca en una absolución".