Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista con la campeona del Dakar

Laia Sanz: "Quedan muchos hombres a los que les da rabia que les gane una mujer"

La motociclista española, adalid de la lucha por la igualdad en el deporte, narra su lucha para superar una enfermedad y tomar parte en el último Dakar

Laia Sanz, al término del Dakar 2015, que acabó en noveno lugar, la mejor posición de una motorista en toda la historia. EFE

Laia Sanz (Barcelona, 1985) ha cruzado dunas y ascendido rampas imposibles con su moto, pero confiesa que nunca lo ha pasado tan mal como cuando una mononucleosis y una fiebre Q -una enfermedad aguda de carácter infeccioso propiciada por una bacteria- estuvieron a punto de impedirle participar en el último rally Dakar. "No tenía fuerzas ni para hacer una vida normal", confiesa, ya recuperada y satisfecha de su papel en la prueba, que concluyó en el undécimo puesto general y en el primero de la clasificación femenina en motos.

-Menudo Dakar ha tenido. ¿Pensó que no iba a poder disputarlo?

-Es uno de los Dakar más duros que he corrido. que sí sea uno de los más duros. Hasta mediados de diciembre no tenía claro que podía ir, pero estoy contenta de haber acudid y de lograr un gran resultado. Tuve una mononucleosis y además fiebre Q, que fue lo más complicado. Fue un período de gran incertidumbre hasta que descubrieron que era lo que tenía. No sabía si se curaría o no. Era algo delicado, que me afectó el corazón, y llegué a estar muy preocupada por mi vida. Fueron meses complicados. Me encontraba tan mal que no tenía fuerzas ni para hacer vida normal. Ahora estoy muy agradecida y feliz de estar sana y sobre la moto de nuevo.

-¿Disputar y acabar una carrera en esas condiciones sabe mejor que un triunfo?

-Sí. Aunque hubiese acabado en vigésimo lugar, sería realmente especial. He sufrido, pero en carrera lo he valorado y lo he disfrutado más que otras veces. Sabía de dónde venía y no me marqué presión por el resultado. Cuando estaba mal alguien me decía que iba a sacarle la parte positiva a todos los problemas. Entonces no la veía, pero ahora sí.

"Pienso que he abierto camino para que otras mujeres lo tengan más fácil que yo. Me siento más orgullosa de eso que de los títulos"

-¿Sigue habiendo hombres a los que les produce rabia que les gane una mujer?

-Muchos. Es verdad que en el Dakar hay mucho respeto por mí, porque saben lo duro que es. Pero realmente se nota que muchos pilotos prefieren que les ganen otros pilotos, porque les toca narices verse superados por una mujer.

-¿Ve esa sensación en otras competidoras?

-Sí, pero lo positivo es que ellas lo tienen ahora mucho mejor que yo cuando empecé. Creo que en algo he ayudado. Tienen más ayudas de las federaciones y de las marcas, que también valoran que una mujer motorista puede ser interesante y que puede suponer un mercado por descubrir. Es algo de lo que me siento muy orgullosa, más que de los títulos. Pienso que he abierto camino. En el futuro habrá más Laia Sanz y lo tendrán más fácil que yo.

La trayectoria de Laia Sanz, la mejor motociclista del mundo. Gráfico: Izaskun Garaizabal

-No obstante, el Dakar sigue siendo una prueba donde la solidaridad es norma, ¿no?

-Es una carrera cada vez más reñida, pero sigue siendo una carrera especial por el ambiente solidario. Al final, somos conscientes de que nuestra vida puede depender de otro piloto. Hay más respeto que en otras modalidades y eso es algo que adoro mucho del rally.

"Ahora hay muchos padres que quieren tener un campeón del mundo en casa, y eso es un gran error"

-El vencedor del Dakar se lleva 50.000 euros de premio y la ganadora 5.000. Aquí todavía quedan muchas resistencias por vencer.

-No se valora igual un título femenino que uno masculino. Queda mucho por hacer, pero también he notado mejoras a lo largo de toda mi carrera. Estoy en un equipo donde me tratan igual que a todos. Llevo 20 años de profesional, pero solo desde hace un par de años que estoy disfrutando esa igualdad. Los valores del deporte también ayudan a la educación. Mucha gente nos ve como un ejemplo, así que es muy importante lo que hacemos y lo que decimos. Somos ejemplo para mucha gente, y hay que ser consciente de ello. Hay que hacer un buen trabajo para dar un buen ejemplo para alcanzar entre todos el objetivo de la igualdad.

-¿Cómo de importante fue el papel de su familia para animarla?

-Fue vital. Lo más importante era que nunca me presionaron. Ahora hay muchos padres que quieren tener un campeón del mundo en casa, y eso es un gran error. Era yo la que les decía quiro ir en moto, etc. Mi familia ha sido muy importante para seguir motivada. Ellos me han animado siempre. Mi madre me llevaba a entrenar entre semana, mi padre me traía desde Galicia y después se iba a trabajar... Y, por supuesto, también en el tema económico. En el mundo del motor debes tener también un soporte financiero.

Compartir el artículo

stats