Lo que más ilusiona a Yael Rey, un niño gallego de siete años, es pilotar su moto. Se entrena, hace exhibiciones y compite en el Campeonato Gallego de minimotos -quedó tercero el año pasado- con una Polini 910 que el pasado fin de semana desapareció de donde la tenía guardada junto a todo su equipamiento, también sustraído. "El niño está muy triste. Me cuesta creer que haya alguien tan retorcido como para quitarle la ilusión a un crío", admitía ayer su padre, Daniel Rey, que ha denunciado el robo a la Policía Nacional.

La moto, el casco, los guantes, las botas, las protecciones y todo lo que Yael utiliza para subirse a la moto suelen estar guardados en un trastero. Pero la noche del viernes al sábado pasado su padre lo dejó todo en el interior de su furgoneta en la calle, en la avenida de Glasgow, al tener que desplazarse al día siguiente temprano para competir. Los cristales del vehículo están tintados y no se puede ver lo que hay dentro, que además estaba cubierto por una manta, asegura Daniel Rey. A la mañana siguiente las cerraduras de las puertas estaban forzadas y los cristales rotos. El padre de Yael se pregunta si alguien, conocido o no, vio cómo recogía la moto en la furgoneta aquella noche.

Ahora el niño, que con 4 años se subió a una moto por primera vez, no puede ni entrenar ni competir. "Nos costó tanto conseguir la moto", lamenta su padre. En redes sociales ha recibido muchas muestras de apoyo y la asociación motera a la que pertenece Yael ha abierto una cuenta (ES04 2080 0068 7630 4003 0978) para recaudar fondos.