La vitrina de Vanessa Sotelo luce desde el pasado domingo el título de campeona de Europa de fútbol sala con la selección española femenina y la distinción a la mejor jugadora de la competición continental. Ha sido Bota de Oro en dos torneos mundiales, pero oficiosos, por lo que la conquista del primer título con todas las de la ley supone un hito en su carrera. Tras las celebraciones, toca descansar antes de encarar el regreso a la competición liguera con el Alcorcón, un cometido que compagina con su formación universitaria. Para más adelante, y lo lamenta, queda la visita a casa.

- ¿Qué siente una flamante campeona de Europa de fútbol sala?

- Ahora mismo felicidad y emoción. Ha sido un fin de semana increíble, con muchas emociones. Cuando pasen los días, nos daremos cuenta de lo que hicimos. Ahora toca disfrutarlo, porque es un trabajo no solo de las 14 jugadoras y del cuerpo técnico, sino de varias generaciones que han pasado por la selección y que no pudieron disfrutar de esto. El fútbol sala femenino llevaba esperando muchos años por un torneo así y ahora hay que disfrutarlo, porque lo merecemos.

- ¿Se han desbordado las felicitaciones?

- Entre ayer y hoy, el móvil está a reventar. Al final, es algo que no se consigue todos los días y la gente está ahí para apoyar y para dar la enhorabuena. Hay que aprovecharlo. Ojalá estuvieran siempre tan pendientes de estas cosas, pero ahora que podemos disfrutar, hay que aprovechar.

- ¿Qué mensaje le ha hecho especial ilusión?

- Todos son especiales, porque me he encontrado con mensajes de gente que no veía o con la que no hablaba desde hace mucho tiempo y ves que siguen ahí pendientes de mí. Los más especiales son los de la gente que se movió hasta el pabellón y estuvo allí animando, y los de la familia. Jugábamos fuera, pero nos sentimos como en casa y eso nos va a marcar mucho a todas.

- Tras una trayectoria tan laureada, ¿el campeonato de Europa ha sido la mejor experiencia deportiva de su vida?

- Es un sueño cumplido. Lo habíamos soñado todas las que empezamos en este mundo, jugar un torneo oficial y ganar el primero es algo único y a ninguna se nos van a borrar los momentos vividos estos días. Era el sueño de todas y se hizo realidad.

- ¿Cree que la repercusión que ha tenido la victoria en la Eurocopa ejercerá un impulso sobre el fútbol sala femenino?

- Esperemos que sea el comienzo de algo que tenga continuidad. Hemos dado un golpe sobre la mesa, España tiene mucho nivel en fútbol sala femenino y queremos competiciones oficiales. Ojalá sea el principio de un largo recorrido que generaciones futuras puedan disfrutar.

- ¿En la pista ha sido más fácil de lo que presuponían, tanto la previa como la fase final en el pabellón de Gondomar?

- Fácil no hay nada. Al final son selecciones, unas más conocidas que otras, pero las pequeñas te crean incertidumbre y no te puedes confiar. Fueron muchas concentraciones estos años, trabajamos mucho para formar un grupo muy bueno, y la clave ha sido el trabajo y el grupo. Somos como una familia, tenemos unos vínculos enormes entre nosotras y en el equipo nos llevamos todas súper bien. No fue sencillo, pero así es más fácil sacar adelante las cosas.

- ¿Cuál es el secreto del equipo?

- Somos más que compañeras y hemos hecho algo que pasará a la historia después de compartir muchas horas de concentraciones y muchos kilómetros. Somos como una familia.

- Fue elegida la mejor jugadora de Europa.

- Es un premio extra. No contaba con él, pero el objetivo era conseguir el trofeo para el equipo. Este premio bienvenido sea, pero el sueño era levantar el trofeo de campeonas de Europa y ese es el principal premio.

- Dejó la marca de la casa en la fase final con dos goles, uno en la semifinal y otro en la final.

- Estoy muy contenta por marcarlos y por ayudar al equipo. Los goles dan confianza en una y todo lo que sea sumar para el equipo, es lo que tenemos que hacer

- ¿Qué le dijo Ricardinho, el mejor jugador del mundo, en la entrega del trofeo a la mejor jugadora del campeonato?

- Lo primero que me dijo es que tuviese cuidado porque el trofeo pesaba mucho. ¡Y es verdad! La gente cree que no, pero pesa de verdad (risas). Y después me dio la enhorabuena y me dijo que lo disfrutara. Es un orgullo que un jugador como él se volcase en este campeonato. Que me haya dado el premio me hace sentir muy contenta.

- En cuanto terminen las celebraciones, ¿qué planes tiene?

- Ahora toca cambiar el chip, después de concentraciones intensas de un mundo ideal que, por desgracia, no es nuestro día a día. Es complicado cambiar, necesitamos unos días para volver a nuestra vida y, una vez que pase, centrarse en el equipo. Estamos en una dinámica buena de partidos ganados, vamos a intentar continuar con esa inercia, meternos en la Copa de España y llegar lo más arriba posible. El Europeo acaba de ser y sería increíble que en unos años viniese un Mundial. Por qué no soñar a lo grande y que venga lo que tenga que venir.