De sobra es conocido el mal endémico del equipo gallego cada vez que sale de su hábitat natural. Tres victorias -la última fue en 2004- y un empate en los treinta y nueve partidos que ha jugado lejos de su territorio en la categoría de plata, son un pobre bagaje que los de Isma Martínez buscarán mejorar en tierras catalanas ante un rival directo por la permanencia: el Sant Marti Adrianenc.

El equipo que dirige Lorenzo Rueda cayó en O Rosal en la primera vuelta y aventaja en dos puntos al Novás. Los catalanes, que son el peor local, han sido capaces de vencer fuera en dos ocasiones (en Alicante y Palma del Rio), lo cual les permite estar en estos momentos fuera del descenso, con dos puntos de ventaja sobre su rival del sábado. Es por ello, que el vestuario se ha conjurado para intentar conseguir los primeros dos puntos como visitante.