Barcelona y Real Madrid miden sus fuerzas en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, un primer Clásico de tres casi seguidos marcado por la presencia de Leo Messi, que ayer fue convocado por valverde y se espera que esté en condiciones de jugar, y por ver si el Real Madrid podrá seguir con su estado de gracia en casa del eterno rival.

El precedente de LaLiga Santander, con el 5-1 visto en el Camp Nou sin tener el Barça a Leo Messi y que precipitó la destitución de Julen Lopetegui, está presente en el ambiente, sobre todo por los nervios que hay en la parroquia blaugrana y quién sabe si en la blanca, por el hecho de que el argentino vaya a ser duda hasta el último momento.

Pese a terminar el partido contra el Valencia, con dos goles que igualaron el 0-2 inicial para firmar las tablas, Messi notó molestias, una sobrecarga muscular. El martes empezó el entrenamiento con sus compañeros, pero sus sensaciones, los informes médicos y finalmente Ernesto Valverde marcarán su presencia o ausencia en la primera entrega del 'triClásico'. Ayer entró en la lista y lo previsible es que juegue. No estará Dembelé ni Jasper Cillessen, el portero habitual en la Copa del Rey y protagonista por sus buenas actuaciones.

Esté o no Leo Messi, que no ha marcado todavía ante el Real Madrid en la Copa del Rey, este primer duelo se prevé intenso e igualado, como siempre, con el aliciente de tener el pase a la final en juego y de ver al mejor Real Madrid de esta temporada, con Karim Benzema ejerciendo al fin de líder, retar a un Barça que también está de dulce pese al empate ante el Valencia y tener a los blancos dos puntos más cerca, a ocho.

Desde la final copera de 2014, cuando el Madrid ganó en Mestalla (1-2) al Barça el título, no se han vuelto a ver las caras en la competición. Pese a que los blaugranas son el 'Rey de Copas', últimamente el Madrid le gana la batalla, como en 'semis' de 2013, el último precedente en estos lares.

Salvo 'manitas' o goleadas de escándalo como a veces se han visto, todo podría quedar aplazado para la vuelta en el Santiago Bernabéu. De momento, el Barça apelará a su dominio de juego ofensivo a través del balón para coger ventaja, y el Madrid se guiará por su buen momento anímico, atreviéndose a todo, para poner patas arriba la Copa.

No obstante, Solari tiene dudas en las tres líneas del campo, una vez que ha vaciado la enfermería completamente, pero en su alineación podría influir igualmente tener a alguna pieza clave también lo más fresca posible para el derbi del sábado ante el Atlético de Madrid.

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