La japonesa Naomi Osaka derrotó a la checa Petra Kvitova, por 7-6 (2), 5-7 y 6-4 en dos horas y 27 minutos para ganar por primera vez el Abierto de Australia, un título que conlleva alcanzar por primera vez en su carrera el puesto de número uno del mundo, que ocupará también por primera vez una jugadora asiática.

Osaka, de 21 años se convierte así en la jugadora más joven de la Era Open en ganar dos títulos del Grand Slam, en su caso consecutivos, tras alzarse con el del Abierto de EE.UU. el año pasado.

Kvitova, ganadora de dos Wimbledon, levantó hasta cuatro puntos de partido antes de claudicar ante la nueva número uno. Los tres primeros se produjeron en el segundo set, cuando Osaka tuvo un sorprendente bajón, con demasiados fallos consecutivos.

Una combativa Kvitova desesperó por momentos a Osaka después de levantar esas tres oportunidades en contra y conseguir, acto y seguido, una rotura de servicio para asentar la igualada en el marcador.

Pero la japonesa volvió a la carga, y con su conocida frialdad se colocó con 4-2 en el tercer parcial que Kvitova, aunque luchó y remontó otra bola de partido, no pudo contrarrestar.

Con gran frialdad, la japonesa evitó, tras sofocar el intento de remontada, que su contrincante homenajeara la hazaña conseguida por Jennifer Capriati precisamente hace 17 años (2002), después de llevarse el título tras levantar cuatro pelotas de partido ante la suiza Martina Hingis.

La checa, con una gran experiencia a sus espalda, sufrió la primera derrota en una final del Gran Slam. Había llegado además con la confianza de no dejar un set en el camino en esta edición.

La joven jugadora nipona, se convirtió así en la número uno más joven desde que Caroline Wozniacki liderara la tabla WTA en 2010. En su haber ya cuenta con tres títulos, y todos ellos de prestigio, Indian Wells, un Us Open y este Abierto de Australia.