La ecografía practicada ayer tarde a Iago Aspas confirma que la evolución de la lesión en el gemelo interno sufrida por el goleador moañés el pasado 22 de diciembre en el Camp Nou es favorable y se ajusta al plazo de entre cuatro y seis semanas establecido en su momento por los servicios médicos del Celta.

La prueba, según informó ayer el club vigués, desvela la existencia de "un buen proceso cicatricial, sin complicaciones, aunque no completo" . La ecografía muestra, además, "una pequeña alteración en una cicatriz de una lesión antigua en el músculo plantar delgado".

Los servicios médicos celestes indican que el delantero morracense comenzará la próxima semana a realizar entrenamientos limitados con el grupo, pero no establecen una fecha concreta para su reaparición, que se determinará en función de cómo vaya evolucionando la lesión.

Con estas premisas, todos los indicios apuntan a que el goleador moañés se va a perder los próximos partidos contra el Valladolid y el Sevilla en Balaídos y, si no se producen nuevos retrocesos, estaría en condiciones de vestirse de corto para el compromiso que los celestes disputarán el 9 de febrero contra el Getafe en el Coliséum Alfonso Pérez.

En el mejor de los casos, por tanto, el goleador celeste se va a perder no menos de cinco partidos ligueros (Athletic, Rayo Vallecano, Valencia, Valladolid y Sevilla), además de casi todo el segundo tiempo del disputado en el Camp Nou contra el Barcelona.

Todo un desafío para el Celta, que mañana vuelve a enfrentarse a la vida sin su goleador con el desafío de romper una racha negativa que se prolonga ya desde hace cinco jornadas (un empate y cuatro derrotas) y que ha situado al equipo celeste al borde de los puestos de descenso. El Celta no ha ganando un solo partido sin Aspas en el campo en las dos últimas temporadas.