El Sevilla superó al Barcelona (2-0) en la ida de los cuartos de final de la Copa, a la que dan un color especial en su intento de acabar con la hegemonía blaugrana en la competición, si bien el Camp Nou buscará una segunda remontada para su equipo.

Si una pájara en el Ciutat de València hizo que el Barça tuviera que recurrir al 'plan A' para remontar en la vuelta, deberán hacer lo mismo los de Ernesto Valverde si no quieren perder su corona. En Sevilla, de nuevo con rotaciones y una alineación algo rocambolesca, hicieron méritos para cederla.

No le salió bien al Barça situar a Malcom, Boateng --que debutaba-- y Aleñá en punta. No hubo control, ni desborde, ni apenas ocasiones. Después, con Luis Suárez y Philippe Coutinho al rescate, uno y otro tuvieron una ocasión, una para cada uno, pero sin llegar a intimidar a Juan Soriano, que defendió al Sevilla bajo palos. Sin 'punch' en ataque y con Arthur, de nuevo de los mejores en el Barça, demasiado solo en la creación, el Sevilla vio la vía para robar el balón, para buscar con calma la portería rival y la encontró, más y mejor que el Barça, para intentar borrar el blaugrana de la Copa en estos cuartos. Avisó Amadou en el minuto 57, pero descolocado dentro del área, sin marcar, remató fuera. Pero un minuto después Pablo Sarabia, una 'pesadilla' ya para el Barça, marcó con un gran remate de tijera de primeras un buen centró de Quincy Promes, que alejó a Gerard Piqué del área para hacerle un traje antes de su asistencia.

Poco después Éver Banega remató de cabeza alto y avisó al Barça de que si no cambiaba de chip saldría herido del Pizjuán. También Escudero o Jesús Navas, que se marchó quizá lesionado como Sarabia, dieron la previa al gol de Ben Yedder. El delantero francés, que buscó la espalda de Lenglet para rematar a placer un centro de Banega, que no cortaron ni Piqué ni Lenglet ni la estatua de Cillessen, abrió finalmente brecha en el marcador. Y el Barça apenas pudo jugar cerca del área del Sevilla, como si dejara sus intentos de meterse en la eliminatoria para la vuelta. Valverde recurrió a Suárez, Alba y Coutinho, pero apenas inquietó la portería de un Sevilla que se ve cerca de las semifinales aunque antes deberá resistir al Camp Nou y a Messi.