Buen partido con un resultado adverso para el Club Vigo Voleibol en su visita al CV Boiro. Era complicado el desplazamiento para los vigueses. Por un lado, el rival está mejorando su nivel de juego en esta segunda vuelta y, por otro, a los cambios que tuvieron que hacer los técnicos vigueses ante la marcha de Solivan hay que añadir que Aba jugó el encuentro con problemas en un tobillo tras un pequeño esguince que sufrió el pasado lunes y del que no se recuperó del todo. Pese a ello los vigueses hicieron frente a un rival con mucha más experiencia y veteranía, algo que de momento le falta al Club Vigo Voleibol.

El encuentro comenzó con igualdad pero ya se veía que los locales iban marcando ciertas distancias. A partir del empate a 6 fueron los locales los que se marcharon por tres puntos para ponerse 12-9. Los fallos en el saque de los vigueses hicieron que los locales se marchasen con cierta facilidad (18-12). El técnico vigués agotó su segundo tiempo muerto que sirvió para que sus pupilos reaccionasen.

El segundo set ya fue distinto. Los vigueses fueron capaces de mantener la igualdad en el marcador hasta llegar al empate a 10 puntos. A partir de ese momento mejoraron su juego, sobre todo en bloqueo, lo que les sirvió para ponerse dos puntos arriba y firmar un 12-14 esperanzador, sobre todo por el buen juego que estaban realizando en ese momento. Los dos equipos fueron capaces de mantener su saque y, como consecuencia, la diferencia de dos puntos para llegar a un peligroso 20-22. Mucha tensión y muchos nervios. Los locales empataron a 25 puntos, pero fueron los vigueses los más acertados para finalizarlo por 25-27.

En el tercer set, mucha igualdad tanto en la cancha como en el marcador pero fueron los vigueses los que se despegaron dos puntos cuando el set estaba mediado (12-14). Entonces, ambos equipos iban recuperando su saque y puntuando hasta llegar al 16-18 en que los vigueses hicieron uso de sus dos armas fuertes este año: bloque y defensa para terminar el set y ponerse por delante. A estas alturas ya habían conseguido un punto pero querían, los tres.

El cuarto set se lo llevaron con excesiva facilidad los locales ya que a los vigueses les entró el "miedo a ganar". El quinto y definitivo se decidió por la experiencia de los de Boiro, que en todo momento fueron capaces de mantener el mismo ritmo desde el comienzo del set hasta el final del mismo.