Un gran gol de Casemiro y otro de Modric premiaron la mejoría del Real Madrid, que derrotó por 2-0 a un Sevilla que extendió su mala racha en el Santiago Bernabéu, un estadio en el que lleva doce derrotas seguidas.

Cuando parecía que la falta de gol congelaría la mejoría del Real Madrid, apareció Casemiro a doce minutos del final para cambiar de golpe el panorama. Los de Solari, con una visible mejoría física, tiraron de compromiso y casta para recuperar valores perdidos. Necesitaban un triunfo que les hiciera recuperar la autoestima perdida y la pugna por la tercera plaza.

Enlos primeros quince minutos lo hizo todo bien menos la definición, mostrando falta de pegada y con Benzema, en una exhibición de compromiso jugando con un dedo roto, sin encontrar el espacio para desequilibrar entre la red de tres centrales de Machín.

El Sevilla achicaba, nervioso con el balón, pero sin sufrir en exceso. Vinicius era el que inventaba algo diferente, pero Vaclík respondía con firmeza a los 6 minutos tras un disparo del brasileño.

El Sevilla creció en el partido en cuanto tuvo más posesión y Banega se alejó de la inseguridad. Ben Yedder condujo el balón con velocidad y dejó solo a Escudero, que, escorado, perdonó el mano a mano ante Courtois. Su disparo acabó en el lateral de la red. La jugada dejó tocado al portero belga, que chocó con Carvajal, recién recuperado de un problema muscular. En el banquillo, sin Keylor Navas lesionado, estaba Luca Zidane.

El Real Madrid pasó al plan B. Los avances madridistas morían en las carreras de Vinicius, que, ante su falta de puntería, encontró a Benzema en una jugada, pero el disparo del francés lo sacó abajo Vaclík para cerrar el primer acto.

Se repitió el guión en la reanudación. Salida en tromba del Real Madrid. Vinicius,activo pero sin encontrar portería, y Casemiro y Modric lo intentaron desde la frontal del área. Fueron momentos para decidir el duelo, de dominio total del Real Madrid.

El asedio encontró a Carvajal desequilibrando en cada subida. El Sevilla se convirtió en vulnerable y Machín buscó soluciones en el banquillo sin éxito. Promes para ganar velocidad y Munir para tener más presencia ofensiva, pero no funcionó.

Solari miró a su banquillo y sólo le quedaba encomendarse a Isco. La distancia entre ambos se acortó por segundos, con un gesto del técnico al jugador pidiéndole tensión y palmada en la espalda.

Tuvo trece minutos para resucitar su magia. Y de golpe llegó el premio a la fe del Real Madrid. Casemiro firmó un derechazo desde 30 metros y puso el 1-0 en el marcador.

En plena euforia local, llegó el tanto que premió el gran partido de Modric. Carriço cometió un grave error en la salida del balón, el croata se lo robó y no perdonó, y amplió el marcador en un triunfo muy necesitado por el Real Madrid y que aumenta las dudas del Sevilla.