El Rápido quiere convertir su mudanza, obligada por obras en el Pujales, en una ocasión festiva e incluso deportiva. El presidente aurinegro, Manolo Seoane, se plantea organizar una jornada de hermanamiento con algún club amigo de los alrededores que tendría el partido de Segunda División B como acto central. De momento ya ha recibido varios ofrecimientos; uno, del Concello de Marín. "Sería una buena forma de fomentar el buen rollo. Estoy seguro de que la afición local se volcaría con nosotros. Y a lo mejor incluso ganamos", bromea.

El Rápido alimenta su fe en la permanencia. La victoria sobre la poderosa Cultural (cuatro millones de presupuesto contra medio millón) ha permitido al equipo vigués abandonar la última posición por primera vez en toda la temporada, en la vigésima jornada. La plaza de promoción, ocupada por el Celta B, se ha situado a cinco puntos de distancia.

Queda un difícil camino por delante y las obras se presentan como una dificultad añadida. El Pujales será uno de los cinco campos que el Concello remodelará. Los otros: Navia, Meixoeiro, Candeán y A Bouza. El Pujales no ha tenido más que obras menores desde que se estrenó el césped actual en 2008, durante el último gobierno bipartito, con Xabier Alonso como concejal de Deportes. El proyecto que se acometerá contempla la implantación de hierba artificial de última generación, además de nuevas torretas de luz y un sistema moderno de agua caliente. El presupuesto es de 400.000 euros. En cuanto a las fechas, los técnicos municipales están decidiendo en qué orden de campos actúan. Cuando se inicien, las obras del Pujales durarán entre 20 y 45 días, en función de cómo se encuentre el terreno cuando levanten el césped.

La situación no afecta solo al primer equipo aurinegro. También a los 400 jugadores de la cantera. Seoane y sus colaboradores todavía no han planteado hogares alternativos, a la espera de que desde el Concello le indiquen cuándo debe cerrarse el Pujales. Pero Seoane ya ha empezado a diseñar un "plan muy bonito", para el que se ha inspirado en los exilios puntuales por clausura de Balaídos del Celta en Pasarón (temporada 92-93) y O Couto (temporada 80-81) que él conoció como aficionado. "Aquellas acabaron siendo jornadas preciosas. Obviamente el Rápido no es el Celta, pero nos gustaría realizar algo parecido a pequeña escala", explica.

Seoane, en conversaciones informales, ya ha tanteado algunas opciones y a la vez ha recibido algunos ofrecimientos, como el del Concello de Marín. Al presidente aurinegro le surgen otros nombres como posibles opciones: Choco, Alondras, Sporting Guardés, Santa Mariña... La idea del mandatario boucense consiste en que el primer equipo dispute en el feudo de alguno de esos equipos el partido o partidos que le toquen como locales mientras se reforma el Baltasar Pujales, con el deseo incluso de que alguno de ellos sea contra rivales atractivos como el Castilla. El Rápido ofrecería a los socios del club anfitrión facilidades de acceso. Y la jornada podría completarse programando también ese día, como aperitivo, encuentros de los principales equipos de las categorías inferiores del Rápido. En la definición de este asunto también consultará a su entrenador y al Concello de Vigo.