El Coruxo mira hacia la zona alta de la clasificación. Tras un par de tropiezos consecutivos, el equipo de Jacobo Montes consiguió una clara y justa victoria (3-1) sobre el Navalcarnero que le acerca a los puestos altos de la clasificación y sobre todo hacen que no tenga que estar pendiente de la zona peligrosa de la clasificación.

La prueba salió a la perfección, pues los vigueses no tardaron demasiado tiempo en presentar sus credenciales para hacerse con la victoria. A los diez minutos primer gol de la tarde, con un potente disparo de Santi Samanes al segundo palo ante el que nada puede hacer Diego Conde.

Para colmo de males, el Navalcarnero se quedó con un jugador menos al ver Carlos la segunda amarilla tras una inocente jugada en la que el mediopunta se tiró en el área, teniendo una tarjeta amarilla, no dudando el colegiado en mostrarle la segunda.

De la manera en la que se estaba desarrollando el encuentro, al Coruxo le faltaba ese segundo gol que dejara las cosas un poco más claras. Hubo que esperar, pues el tanto no llegó hasta que se cumplió la media hora de juego, cuando Mateo conectó un potente disparo desde el vértice derecho del ataque vigués, que sorprendió totalmente al portero del Navalcarnero.

En la segunda parte el Navalcarnero dio un paso al frente para tratar de recortar las diferencias. Fran Garrido, técnico madrileño, metió a Del Pozo en el centro del campo y comenzaron a llegar al área. A los seis minutos, un potente disparo de Joaquín abría el marcador para el cuadro madrileño, devolviendo la emoción al encuentro, pero el Coruxo no tardó demasiado tiempo en igualar la presión en el centro del campo, con lo que el partido entraba en una nueva dinámica. El problema era que los vigueses no lograban sentenciar el partido, y cualquier error se podía pagar muy caro.

Jacobo movió el banquillo, y esta vez los jugadores de refresco sí que le aportaron cosas al equipo, marcando Samanes su segundo tanto a quince minutos para la conclusión del encuentro, con lo que todo quedó visto para sentencia.