Victoria del Mecalia Guardés, más abultada de lo que corresponde al desarrollo del partido, en el apasionante derbi gallego de División de Honor. Fue un partido intenso y con parciales de juego muy diferenciados, en el que se acabó imponiendo la mayor experiencia del bloque visitante. El Mecalia se mantiene de esta forma en la segunda plaza de la clasificación, mientras que el Godoy Maceira no acaba de trasladar su buen nivel competitivo a la tabla, donde es noveno, sin riesgo alguno de cara a la permanencia, pero ya lejos del décimo (el Aula Alimentos de Valladolid, con 13 puntos).

Comenzó el encuentro con mucho respeto por parte de ambos equipos. Con un ambientazo espectacular, el Godoy Maceira Porriño tuvo esa motivación extra para plantar cara a uno de los conjuntos favoritos para llevarse el título liguero. El Mecalia no podía fallar precisamente para no perder comba con el Rocasa Gran Canaria, que el viernes no había fallado en casa del Liberbank Gijón (22-31).

Las pupilas dirigidas por Abel Estévez jugaron de tú a tú al Mecalia Guardés en los primeros compases, dejando claro que en un derbi las diferencias en la clasificación quedan reducidas a su máxima expresión. Eso mismo es lo que había advertido en la previa el entrenador de las guardesas, José Ignacio Prades, que incluso le concedía el papel de favorito al Godoy en calidad de anfitrión. Aunque las visitantes también disfrutaron del apoyo de un nutrido grupo de aficionados del Baixo Miño.

Pasaron los primeros diez minutos de encuentro y el marcador seguía con máxima igualdad (4-4), con los dos equipos dispuestos a no dejar cobrar ventaja a su rival, basándose en dos defensas 6-0 bien plantadas en la línea de 6 metros y con una gran Fátima Ayelén bajo palos, que mantuvo esta gran actuación durante todo el encuentro.

A pesar de la motivación con la que afrontaban cada lance del juego, las jugadoras del bloque porriñés vieron cómo a partir del ecuador del primer acto el guion cambió un ápice a favor del Mecalia, que basándose en las rápidas transiciones en primera oleada, propiciadas por errores forzados en pase y lanzamiento del Porriño, lograban adquirir las primeras ventajas en el marcador (7-12, minuto 25).

En los últimos diez minutos del primer periodo, el Godoy sufrió un pequeño apagón en su juego, lo que se notó en las numerosas pérdidas de balón que aprovechó a la perfección el equipo de A Guarda. De este modo, se llegó al tiempo de descanso con un 9-13 a favor del equipo visitante.

Con el inicio del segundo tiempo, el Mecalia no dio tregua en su avance progresivo de juego e intensidad y en apenas 5 minutos logró una ventaja mayor que hacía peligrar las opciones de sacar algo positivo del encuentro al Porriño (10-17, minuto 35). Además, la portera del bloque porriñés, Fátima Ayelén, sufrió un aparatoso golpe fortuito de la extremo Naiara Egozcue, que la obligó a abandonar el partido, siendo sustituida por Begoña Otero.

Pero un derbi es un derbi y el partido no estaba siendo lineal en ninguna faceta del juego, por lo que volvieron a cambiar las tornas a partir del minuto 42 con un tiempo muerto de Abel Estévez.

El Godoy Maceira reaccionó, y de un 13-19 se pasó a un 17-19 que hizo parar el encuentro a Prades con otro tiempo muerto, para cortar la sangría y devolver la intensidad a sus jugadoras.

A pesar de este parón, el Porriño siguió apretando, basándose en una gran defensa y en las paradas de Begoña Otero, llegando a situarse 19-20 en el minuto 46.

Poco duró la alegría en las gradas, ya que el Mecalia Guardés, lejos de sentir la presión, volvió a tirar de experiencia para volver a mandar en el electrónico y adquirir un nuevo parcial que acabaría siendo definitivo (0-9 de parcial, del 19-20 al 19-29), solo maquillado por un último tanto del Porriño.

Al final, 20-29, resultado demasiado abultado y excesivo castigo para un Godoy Maceira Porriño que luchó con todas sus armas ante un Mecalia Atlético Guardés que controló el duelo.