El Betis, que buscaba cerrar el año con un póquer de victorias, pinchó en el último partido de 2018 y no pasó del empate (1-1) en el Benito Villamarín ante el Eibar, equipo que se revitaliza con este punto sumado pese a que lleva cuatro jornadas sin ganar.

El conjunto eibarrés, tras un sonado triunfo en Ipurúa ante el Real Madrid, perdió en el campo del Rayo y empató dos partidos seguidos como local, ante el Levante y Valencia, los que une al de Sevilla, aunque este muy trabajado y que también se pudo convertir en triunfo.

Los de Quique Setién, por contra, llegaron a la cita después de ganar a la Real Sociedad, Rayo y Espanyol, lo que aupó al equipo a puestos de Liga de Europa, aunque en esta ocasión hizo una mala segunda mitad y rompió su racha triunfadora.

El equipo que José Luis Mendilíbar no quiso ser un invitado de piedra en el ambiente festivo que se vivía en el estadio verdiblanco en esta despedida de 2018.