El bombo europeo de ayer en Nyon explicó bien a las claras la importancia de cerrar la fase de grupos de la Liga de Campeones en primera posición. El Barcelona y el Madrid, que hicieron los deberes, se medirán en octavos con dos equipos en teoría inferiores, el Olympique de Lyon y el Ajax de Amsterdam. En cambio, el Atlético de Madrid pagó su despiste en la última jornada -no pasó del empate en el campo del Brujas- con un segundo puesto que le condenó a jugarse los cuartos con la Juventus, uno de los favoritos para alcanzar la final, que se disputará en el Wanda Metropolitano.

Massmiliano Allegri contra Diego Simeone, Cristiano Ronaldo frente a Antoine Griezmann, un equipo con un gran arsenal ofensivo frente a uno de los bloques más sólidos de Europa. El Juventus-Atlético de Madrid es el cruce estrella de los octavos de final, junto con el Liverpool-Bayern Munich, dos clásicos de la Copa de Europa, seguidos por otros dos cruces interesantes: Manchester United-Paris Saint Germain y Tottenham-Borussia Dortmund.

Simeone necesitará tener a toda su guardia pretoriana en perfecto estado de revista en febrero para hacer frente a un equipo que cuenta, al margen de Ronaldo, con jugadores tan desequilibrantes como Dybala, Douglas Costa o Mandzukic. También con centrocampistas con llegada como Cuadrado y Matuidi, además de dos laterales que destacan más en la faceta ofensiva que en la contención, el exvalencianista Cancelo y el brasileño Álex Sandro.

Pero si al Atlético le tocará penar con el rival más temido, la Juventus tampoco está muy contenta con el resultado. "No hemos tenido mucha suerte", reaccionó el vicepresidente de la Juve, Pavel Nedved, "Balón de Oro" en 2003. "El Atlético de Madrid es un rival complicado, más 'italiano' que europeo, con una defensa fuerte y un gran ataque con Griezmann y el resto", añadió Nedved.

Una eliminatoria con "dos equipos legendarios", así definió Emilio Butragueño el emparejamiento Ajax-Real Madrid, dos clubes que atesoran 17 Copas de Europa (4 de los holandeses y 13 de los blancos), pero con un presente muy desigual. Mientras que el Madrid vive su segundo gran ciclo triunfal en Europa (cuatro "orejonas" en cinco años, las tres últimas consecutivas), el Ajax viene de una travesía del desierto que se alarga desde su última cima europea (1995), condicionado por su filosofía de cantera y de club vendedor. Esta temporada ha protagonizado un repunte gracias a la explosión de jóvenes como el defensa central De Ligt y el mediocentro De Jong, en las agendas de los grandes clubes.

Con los veteranos Blind y Huntelaar poniendo su experiencia al servicio de un bloque muy joven, el Ajax ha completado una gran fase de grupos, en la que incluso plantó cara al Bayern Munich, que le relegó al segundo puesto con un empate en la última jornada en el Johan Cruyff Arena. "Hemos podido competir con un equipo de primer nivel como el Bayern, tanto en casa como fuera", recalcó Blind. Si jugamos con la misma energía y el mismo coraje y valor, tendremos oportunidades".

Su buen rendimiento frente a otro grande de Europa, el Manchester City, es también la mejor carta de presentación del Olympique de Lyon, el rival del Barça. El equipo de Guardiola no pudo en ninguno de los dos partidos con los franceses, que cuentan con un holandés, Memphis Depay, como principal atractivo. También cuenta con jóvenes, como Ndombele y Fekir, que han llamado la atención de clubes como el mismo Barcelona. "No estamos en condiciones de confiarnos", advirtió Ernesto Valverde con su habitual prudencia: "Tengo la sensación de que con espacios son un equipo peligrosísimo. Tienen un gran contragolpe".

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