El Sevilla, merced a su victoria ante el Girona, defendió la segunda posición en la tabla en un partido en el que la formación andaluza tuvo paciencia para superar en la segunda parte a un rival que mostró muy buenas maneras hasta que encajó el primer tanto. Las victorias del Atlético y del Madrid la víspera obligaron al conjunto hispalense a lograr un nuevo triunfo en el Sánchez Pizjuán para mantenerse segundo. Los de Pablo Machín salieron con un once de garantías en el que solo faltaba por sanción Franco Mudo Vázquez, pero al que volvía a la titularidad el extremo Pablo Sarabia.

Pronto mostró el Girona sus buenos recursos, los que le tienen como uno de los equipos mas efectivos como visitante de la categoría. El partido estuvo abierto porque el conjunto gerundense no tuvo ningún reparo en irse con descaro hacia la portería del checo Tomas Vaclik y el sevillano salir a la contra para plantarse rápido en las inmediaciones de meta Gorka Iraizoz, quien volvía a ser titular por la lesión del marroquí Yassine Bouno, Bono.

Con el paso de los minutos se vio mas cómodo a la formación que dirige Eusebio Sacristán, con más control en el centro del campo ante un rival que perdió pronto el balón y que estuvo impreciso en sus culminaciones en el ataque.

Se recompuso el Sevilla cuando logró equilibrar el poderío en la medular y a la media hora llegó una gran ocasión para que los locales abrieran el marcador, pero a un remate con mucha intención de Pablo Sarabia le respondió perfectamente Gorka Iraizoz con una mano salvadora.

Contestó ya cerca del descanso el equipo visitante con el uruguayo Christian Stuani y fue ahora Vaclik el que respondió, mientras que Roque Mesa también hizo trabajar a Iraizoz para que el partido se fuera al descanso con el 0-0.

Empezó la segunda mitad otra vez con el conjunto nervionense un tanto dormido, pero también con esos zarpazos que le podían hacer daño a un rival que no se descompuso y que se encontró con un penalti en contra de Juampe Ramírez al portugués André Silva y que transformó el argentino Éver Banega a los 55 minutos.

El 1-0 dispuso un nuevo partido con el Girona mas atrevido y el Sevilla, a la contra, con ganas de encontrar un segundo tanto que dejar encarrilado el choque, gol que logró a los 64 minutos por mediación de Sarabia, no si antes que el árbitro balear Guillermo Cuadra Fernández consultara con el VAR.

Eusebio movió el banquillo y dio entrada a Aleix García y al costamarfileño Seydou Doumbia, aunque éste poco minutos después tuvo que ser sustituido por lesión, para encontrar soluciones y meterse en el partido, aunque por momentos fue el Sevilla el que perdonó el tercero y el partido acabó con un suficiente 2-0.