Bruno López es el nuevo presidente de la Federación Gallega de Balonmano. El carballés sucede a José Luis Pérez Ouro, que se ha retirado después de tres mandatos y que ayer no asistió a la elección de su sustituto en la Casa do Deporte de Vigo.

Una ausencia que evidencia la frialdad de la relación entre Ouro y Bruno López, que fue su director técnico hasta hace pocos meses. López preparó con cuidado sus alianzas en las elecciones a la asamblea general y esa previsión lo ha aupado a la presidencia. Su rival, Cerillo, presentó su candidatura cuando los asambleístas ya habían sido elegidos. El exjugador ha explorado sus posibilidades hasta el final. Sabedor de que no alcanzaría la mitad de los 60 votos, retiró su candidatura ayer, en su turno de intervención, para no exponer a sus partidarios.

Bruno López, que reconoció su incertidumbre, quiso desmentir que vaya a trasladar la sede federativa a A Coruña o a efectuar una limpieza de empleados.