Jueves, 6 de diciembre, a primera hora de la mañana. El presidente y entrenador del Godoy Maceira Porriño, Abel Estévez, le hace de chófer a Sara Gil de la Vega. La catalana debe incorporarse a la selección española, que está disputando el Europeo. Jennifer Gutiérrez se ha dañado un hombro en el partido contra Hungría y debe sustituirla. Abel Estévez y Sara Gil van camino de Oporto, donde la jugadora tomará un vuelo hacia Nancy. De repente suena el teléfono. Abel se fija en el nombre que le muestra la pantalla. Es Tati Garmendia, gerente del Bera Bera. Al ir conduciendo no coge la llamada en ese momento, pero no lo necesita para intuir por qué Garmendia quiere hablar con él. Sabe que el club vasco necesita con urgencia una extremo izquierdo.

- Es para ver cuál es tu situación-, le anticipa a Gil.

No se equivoca el mandatario del Godoy Maceira Porriño. Cuando puedan finalmente conversar, Garmendia le confirmará su interés en Gil. Estévez da permiso a la jugadora para negociar y llega a su vez a un acuerdo con Garmendia. Una semana después todos los aspectos del negocio se han solventado de manera satisfactoria. Gil, que justo este miércoles ha terminado su participación con la selección en el Europeo, ha fichado por el Bera Bera.

Los acontecimientos se han sucedido y han encajado con rapidez en la mudanza de Gil. El Super Amara Bera Bera contaba en su planificación con tres extremos en la izquierda. Pero Leire Aramendia se rompió el ligamento cruzado a finales de la pasada campaña y la brasileña Fernanda Da Silva, que había vuelto a jugar tras ser madre en 2017, acaba de anunciar que abandona el equipo por motivos personales. Así que la joven canterana Uxue Ezkurdia se había quedado como única especialista; inviable en un equipo que aspira a ganar los títulos nacionales y además se ha clasificado para la fase de grupos de la Copa EHF.

Abel Estévez, desde que se conoció la marcha de Da Silva, intuyó que Sara Gil figuraría en la lista de posibles refuerzos del Bera Bera. De ahí que haya reaccionado con tranquilidad. Sara Gil, formada en el Castelldefels, llegó a Porriño en 2015. En sus últimas renovaciones había apalabrado con Estévez que se le facilitaría la salida si llegaba alguna oferta interesante del extranjero. "Y el Bera Bera no es de afuera, pero sí es un equipo potente", conviene Estévez. "Nos ha dolido un poco porque Sara estaba con selección, pero le han hecho una propuesta interesante de año y medio. Entendemos que para ella es una oportunidad y tenemos que dejarla ir".

"Nos estamos especializando en los últimos años en formar a jugadoras jóvenes y que después den el salto a equipos grandes o de otras ligas", acepta. "Es un paso natural. Sara se ha comportado con nosotros de una manera ejemplar durante estos tres años y medio. Es una gran jugadora y nos ha aportado muchísimo. Estamos muy contentos por ella y orgullosos".

El Godoy Maceira obtiene del Bera Bera una indemnización económica que empleará en uno o dos fichajes; refuerzos necesarios ya que Gil era un puntal ofensivo: segunda máxima goleadora liguera en la pasada temporada y también en el ejercicio en curso, con 6,8 goles por partido -sólo por detrás de Judith Vizuete, del Granollers, con 7-.

Gil, que ayer volvía de Francia, podrá despedirse de sus compañeras y realizar un último servicio por el club gallego. Como ya se había cerrado el viaje en avión a Valencia para visitar al Morvedre, la segunda línea actuará por última vez con el Porriño en ese choque el día 22. Una semana después ya podrá debutar con el Bera Bera en el derbi vasco contra el Zuazo.