El París-Saint Germain impuso la lógica y el Liverpool, con un tanto de Mohamed Salah, se clasificó y dejó en la cuneta al Nápoles que fue el damnificado de un día complicado.

El principal foco de la noche apuntó al grupo de la muerte, el C, donde tres equipos se disputaban las dos posiciones. Entre ellos, el todopoderoso y multimillonario París Saint-Germain y el subcampeón, el Liverpool, que corrían peligro de ser eliminados.

El conjunto inglés tenía que ganar al Nápoles y lo consiguió con incertidumbre. Una aparición del egipcio Mohamed Salah en la primera parte dio el triunfo a los hombres del alemán Jürgen Klopp, que chocaron con el portero colombiano David Ospina y que sufrieron con una ocasión al final del español José Callejón que pudo cambiar el destino del subcampeón.

Sin embargo, el Liverpool se mantuvo en pie para acabar en la segunda plaza por detrás del París Saint-Germaín, que jugó con fuego durante un tramo del partido ante el Estrella Roja.

Aunque se adelantó en el marcador gracias al uruguayo Edinson Cavani y a un golazo de Neymar, en el inicio del segundo acto el gol de Marko Gobeljic creó inquietud en las filas francesas. Pero el tanto del también brasileño Marquinhos tranquilizó la situación y el 1-4, también obra de Kylian Mbappé, impulsó a un equipo que vivió en el alambre.

Y en el grupo D sólo había en juego conocer el nombre del equipo que continuaría su participación por el continente en la Liga Europa. Galatasaray y Lokomotiv Moscú se jugaban su existencia en la Europa League ante el Oporto y el Schalke 04, respectivamente, que ya estaban clasificados para octavos en la primera y en la segunda posición.

Al final se llevó el premio el Galatasaray, que, pese a perder 2-3, sobrevivió gracias a un gol en el minuto 91 del austríaco Alessandro Schopf, que dio la victoria al Schalke después de un choque en el que dominó por completo al cuadro ruso hasta hacerle hincar la rodilla en el último instante.