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atletismo

Un talento que comparte ADN

Los hermanos Christian y Álex Sierpes destacan en la SD Trega, donde sus padres son monitores y directivos del club

Álex Sierpes (drcha.) abraza a su hermano Christian en el Cross Castro San Miguel. // Cristina Graña

Son hermanos, amigos, confidentes y, también, compañeros de entrenamiento. Christian y Álex Sierpes son dos atletas del SD Trega que comparten su pasión por el atletismo con sus padres Javier Sierpes y Patricia Pereira, monitores de atletismo en su club.

Patricia fue atleta en sus años de juventud y también jugadora de balonmano. Una lesión puso fin a la carrera atlética de Javier, pero ambos aportan su granito de arena como monitores y directivos en la SD Trega, un club que ha vuelto a florecer tras años de inactividad.

"Christian y Álex empezaron a la vez con cinco y seis años, en alguna carrerita de estas populares de por aquí, como la del Monte, la de Julia Vaquero... En el cole también hacen una carrera todos los años. Empezaron así, con los compañeros de clase", cuenta su madre, Patricia Pereira.

La pasión creciente de los hermanos Sierpes coincidió con la reactivación del club guardés, en el que sus padres participaron activamente. "El club ya estaba montado desde hacía años, pero quedó parado porque hubo una época en la que no había atletas", dice Pereira. "Así que nos unimos y se puso en marcha de nuevo".

Y ahí, paso a paso, van forjando su sueño atlético Christian y Álex, en un club que es como una gran familia y que les da la oportunidad de crecer y compartir su gran afición juntos. "Un año comparten categoría y al siguiente no, porque se llevan 14 meses y las categorías van de dos en dos años", explica su madre. Pero ambos prefieren ese año que les coloca juntos en la línea de salida de las carreras. "Yo prefiero correr con Álex porque, aunque me gane, mejoro mis tiempos", subraya Christian, que ahora tiene 11 años. Álex, un año mayor, también lo prefiere: "Mejoro mis marcas al no correr solo".

Ya es común verlos a ambos en los podios de las carreras de la zona; en el último Memorial Belarmino Alonso, por ejemplo, se impusieron en infantil y alevín, pero sus padres lo que quieren es que sus pequeños se diviertan y lo pasen bien, por encima de los resultados. "Enseguida destacaron, pero lo que nosotros queremos simplemente es que se lo pasen bien", dice Pereira, con intención de restar importancia a los podios que van alcanzando en cada carrera.

Para Christian el atletismo es "un deporte muy importante porque practicándolo me siento libre y crezco sano". "Lo que más me gusta es estar con los compañeros de equipo y también me gusta conocer a nuevos amigos de otros clubes", apunta. Su hermano coincide: "Me siento bien practicando atletismo. Es el deporte rey porque salto, corro y lanzo", explica. "Me gusta también porque viajo a muchos sitios guays y hago nuevos amigos", añade.

Todavía es pronto para saber en qué disciplina atlética destacará cada uno de ellos. Su madre no quiere saltarse pasos en su formación y prefiere por ahora que jueguen y que experimenten. "Son pequeños y no se puede definir de forma exacta qué van a ser. Igual al llegar a la edad de la tontería te dicen que no quieren seguir. En principio practican de todo, longitud, velocidad, medio fondo? Este año empezarán a hacer salto de altura, pero todo poco a poco", recalca.

Aún así ya empiezan a mostrar maneras y a decantar sus preferencias. "A Álex se le da casi todo bien, pero no quiere decir que sea bueno en todo. A Christian, por su parte, se le dan bien las carreras de larga distancia, pero no quiero encasillarlos. Tienen que ir descubriéndolo poco a poco", dice Patricia, que huye de la comparación entre sus dos hijos. "En casa les inculcamos mucho que no deben alardear cuando ganan, por eso no suelen celebrar mucho las victorias. Vendrá un día que les ganará otro chico y es así".

El pasado mes unos 21 miembros del equipo se desplazó al Cross Internacional de Atapuerca, una experiencia inolvidable, donde Álex fue primero en su categoría. Christian, en su primer año de infantil, acabó 28º.

Allí Chistian descubrió a su nuevo ídolo, Jacob Kiplimo: "Desde que lo vi correr en Atapuerca soy su fan", dice Christian, que también admira a Usain Bolt y al español Miguel Ángel López. Álex muestra su admiración por Mo Farah, al que le gustaría parecerse ("es una máquina", dice) y por el gallego Adrián Ben.

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