Yago Yao no sale de su asombro. En los años que lleva como futbolista y entrenador dice no haber vivido nunca una situación como la del pasado domingo en Barbadás. El Areas, club que entrena desde hace poco más de un año, se quedó con seis jugadores en el campo después de sufrir tres expulsiones (cuatro sumando la de un jugador que ya había sido sustituido) y dos lesionados. Con seis futbolistas en el terreno de juego -y los cinco cambios hechos-, el árbitro, Julio Jiménez Jiménez, aplicó el reglamento y suspendió el choque cuando el Barbadás ganaba por 2-1 y restaban poco más de veinte minutos para el final del partido. Ahora la resolución del caso está en manos de el juez de Competición de la Federación Gallega de Fútbol.

El exfutbolista del Celta, horas después de lo vivido en Os Carrís, dice estar "desconcertado tras vivir una situación esperpéntica". "Desde el primer momento vimos que pasaban cosas raras, que nos enseñaban tarjetas amarillas por cualquier cosa y que al rival no le sucedía lo mismo por acciones similares". El Areas se adelantó en el marcador aunque antes del descanso se desató la tormenta: "Nos expulsaron a un jugador por una acción que no me parecía para segunda amarilla. Y luego llega el penalti que pita el línea segundos después de que el jugador del Barbadás cayese al suelo. Ahí vemos más amarillas. Nos empatan y en el túnel de vestuarios mi capitán (Zurdo) se dirige al árbitro para pedirle respeto. Lo hizo con educación aunque es verdad que antes lanza una botella al suelo porque estaba muy enfadado. Pero habla con corrección y tras hacerlo se marcha. Pero al entrar en nuestro vestuario da un portazo. Entonces nos comunican que el árbitro le acaba de expulsar también. Nos vemos con 1-1 en el comienzo de la segunda parte y con nueve jugadores". Yago continúa con el relato: "Al comienzo de la segunda parte otro de nuestros jugadores ve la segunda amarilla por lanzar una falta. El árbitro dice que había pedido barrera aunque no era verdad. Y claro, nos quedamos con ocho. Yo en ese momento veo que tengo a otros dos jugadores con amarillas y pienso en protegerlos y agoto los cambios. Ellos marcan el segundo gol y se producen diferentes problemas físicos y como no tengo cambios se suspende el partido cuando nos quedamos con seis".

Explica Yago que "en mi vida había visto algo así. Ni me imaginaba que algún día viviría algo parecido. Entiendo que arbitrar es complicado y se lo digo con frecuencia a los jugadores, que deben entender la complicación que entraña dirigir un partido. Pero hay actitudes que cuesta entender". El técnico del Areas explica que las diferencias con el cuerpo arbitral comenzaron antes del duelo: "Ya cuando vino el línea a pedir las fichas lo hizo con una actitud extraña. Los jugadores me dicen que durante el partido el trato que recibieron fue sorprendente, que el árbitro parecía querer retarles, desafiarles..."

Yago, siempre reflexivo, trata de empatizar en algunos momentos de la conversación con el árbitro, pero no deja de estar impresionado por lo sucedido: "Todos podemos tener un día mejor que otro. El árbitro o yo como entrenador. Siempre he sido tranquilo en mi carrera, pero a lo mejor un día estallo. Confío en que todo haya sido un mal día de este hombre, pero hay que tener en cuenta el daño que nos hizo en este partido y las secuelas que tenemos en los partidos siguientes".

El técnico del Areas aprovecha para lamentar que "esta temporada no estamos teniendo suerte con los arbitrajes. En siete de los quince partidos hemos acabado en inferioridad con respecto al rival por expulsiones. Una roja en cada dos partidos me parece demasiado. Eso nos limita seriamente a nosotros que somos un equipo que tiene la ilusión de recuperar la categoría que perdimos hace unos meses por culpa de los arrastres. Vamos, que no la perdimos en el campo y tenemos la ilusión de volver a nuestro sitio. Solo pedimos que nos midan por el mismo baremo que al resto de los equipos".

Yago Yao asegura que no conocía a Julio Jiménez Jiménez, el árbitro del partido en Barbadás: "Me cuentan que hace dos años, en la anterior temporada en Preferente, les arbitró y no pasó nada que fuese especialmente llamativo. Pero yo no le conocía". Y profundiza en la reflexión que incluye en su antecesor en el cargo, el portugués Carlos Machado: "Antes hubo un entrenador que estuvo un tiempo en el Areas y que tenía más enfrentamientos con los árbitros por culpa de las protestas y no sé si eso pudo dañar de alguna forma nuestra imagen. Yo prefiero no creer en eso porque me preocupa que a mi equipo se le pueda prejuzgar de este modo. Yo lo único que sé es que en la mitad de partidos que hemos jugado este año lo hemos hecho en inferioridad con respecto al rival".

El entrenador dijo que tras el partido contra el Barbadás trató de conversar con el árbitro pero que le resultó completamente imposible: "Traté de hacerlo, pero no me recibió. No estaba receptivo ni nada dialogante".

Ahora el Areas queda a la espera de la resolución por parte de Competición. Tiene que decidir cómo acaba el partido (las dos opciones son el 2-1 que reflejaba el marcador en el momento de la suspensión o un posible 3-0 en caso de que entiendan que hay motivo para más escarnio) y la sanción para los cuatro jugadores expulsados. Ahí no esperan mayores disgustos, aunque lo dicen en voz baja para no tentar a la fortuna. Eso sí, Yago Yao sabe que la alineación del domingo no va a resultar sencilla debido a las bajas: "Aún por encima jugamos contra el Valladares que es un equipo que está muy fuerte".