El presidente del Rápido de Bouzas, Manolo Seoane, ha encontrado en la comida la prima más adecuada para motivar a sus jugadores; asequible y llamativa. Si el año pasado regaló un jamón a cada uno por empatar en Fuenlabrada y una caja de langostinos por hacer lo propio en casa ante el Real Madrid Castilla, este lunes entregará un centollo a cada miembro de la plantilla -también técnicos y ayudantes- si el domingo se derrota al Adarve. Repetirá el regalo si a la semana siguiente doblegan al Pontevedra. Entonces se trataba de alimentar la extraordinaria campaña boucense; ahora es necesario consolidar la reacción, evidente pero que aún no le ha permitido abandonar la última posición. La "Operación Centollo" contempla la consecuencia de esos 6 puntos que impulsen definitivamente a los vigueses.

Seoane, aunque siempre al tanto de la cotidianeidad del club, vuelve presencialmente a la vida diaria del Rápido tras varias semanas ocupado con sus negocios de vela. Se ha reunido con la plantilla y ha echado cuentas. "De nécoras a centollos", les ha dicho el mandatario. "Hace poco más de un mes no os quería nadie. Ahora recibo llamadas para interesarse por vosotros de cara al mercado invernal". El equipo ha sumado ocho puntos en los últimos cinco partidos y Seoane les resume: "Seríamos sextos con este ritmo desde el inicio".

Seoane describe el relevo de Jorge Otero en el banquillo como "uno de los peores momentos" de su presidencia. Lamenta la mala suerte del nigranense al frente de los aurinegros. Le elogia el "maravilloso comportamiento". Pero también se afianza en su decisión de haberle entregado la escuadra a Míchel Alonso, al que había fichado en verano como director deportivo. "La dinámica ha cambiado y debemos seguir enganchados a ese optimismo".

De ahí que haya lanzado el reto de lograr seis puntos en los dos partidos consecutivos que el Rápido tiene como local, ante Adarve y Pontevedra. Como incentivo, a Seoane y a uno de sus directivos, Alfredo Iglesias, se les ocurrió acudir a Kiko, un pescador de Cambados al que conocen como "o rei do centolo" por su facilidad para encontrar buenas piezas de este crustáceo. Y Kiko ha respondido con su habitual eficacia. Les ha conseguido treinta centollos, de más de 2,5 kilos cada uno. Los enviará ya cocinados, "para que no se asuste ninguno de los jugadores jóvenes", explica Seoane. Pero el presidente exige esta vez la victoria ante el Adarve. Después, si también ganan al Pontevedra, habrá una nueva remesa de marisco. "Vamos a conseguirlo seguro. Estamos ilusionados", proclama.