Coruxo-Rápido. Minuto 46. El visitante Fernando traba a Beltrán y Vicente Moral señala penalti. Antón de Vicente figura como lanzador prioritario en la lista de tres alternativas que ha elaborado el cuerpo técnico verde. El capitán, sin embargo, había hablado con otro compañero justo antes del partido.

- Estate preparado si hay penalti. A lo mejor lo lanzas tú.

"No es que tuviese malas sensaciones, sino que las suyas eran muy buenas", explica Antón. "Yo ya había tirado dos. No quería ser egoísta".

El polivalente jugador vigués efectivamente afronta su tercera pena máxima consecutiva: en la jornada undécima ante el Sanse, en la duodécima ante el Adarve, ahora en la decimotercera ante el Rápido. Había fallado los dos primeros lanzamientos. De ahí el dilema.

"Siempre me ha gustado lanzar penaltis", revela De Vicente. En el pasado ejercicio, sin embargo, no empezó a ejercer de especialista hasta que Silva falló uno. Concluyó la liga 17-18 anotando los dos que intentó; por un capricho del destino, ante Sanse y Adarve.

Se repiten los equipos y los porteros en ese pulso. A Parra, del Adarve, lo había batido la pasada temporada y el gol supuso la victoria por 1-0. A Morales, de la Sanse, lo superó en la última jornada de la fase regular, contribuyendo al 2-4 que permitió al Coruxo meterse en la promoción, donde lograría la permanencia. "Fueron a vida o muerte. En condiciones más adversas sí me entraron", recuerda Antón.

Así que en la undécima jornada vuelve a cruzarse con Morales. El arquero de la Sanse se le acerca y le mira el dorsal.

- ¿Tú me tiraste un penalti con el Boiro el año pasado?

- No, te lo tiré con el Coruxo y te lo voy a tirar por el mismo sitio.

Ambos duelistas disfrutan su esgrima mental. "El año pasado el portero me había dicho que se iba a quedar en el medio y se lo tiré a la derecha. Le dije que repetiría por psicología inversa, pensando que no se lo creería, pero acertó", relata Antón.

Aunque Morales ha interceptado su disparo, Jacobo aprovecha el rechace para anotar el 1-1 que a la postre será definitivo. Antón afrontará sin secuelas el siguiente penalti, una semana después. Sucede ya con 2-1 a favor del Coruxo. También el portero del Adarve, Morales, recuerda su anterior cara a cara con el vigués, que cambia de estrategia.

- Te lo tiro por el medio-, le asegura Antón al arquero.

Es una treta. Dispara en realidad a su izquierda. "Esta vez me la hizo el portero y me lo paró", acepta.

El equipo tampoco se ve afectado. Protege el 2-1. Pero ese segundo error sí inquieta a Antón. "En juveniles del Areosa había fallado tres, pero no consecutivos. No recuerdo haber tenido ninguna mala racha antes", recopila en su introspección. De ahí que proponga a su compañero que se encargue del penalti contra el Rápido. Pero los demás enseguida le entregan el balón.

- Lo tienes que tirar tú, déjate de tonterías.

Antón, aunque sin precedentes recientes con Brais, portero boucense, modifica su mecánica habitual. "Iba convencido. Esta vez hice una medio 'paradinha' para intentar engañar a Brais y ver qué posición tomaba. Se quedó quieto, no me dio ninguna pista. Tiré a mi lado seguro, fuerte, arriba. Sacó una buena mano", le elogia. "Considero que estaba bien tirado. Los otros dos, no".

El derbi concluye además con 0-0, sin el consuelo de la inocuidad. "Es lo que más me duele", explica el capitán. "Que Antón de Vicente falle penaltis no es ningún problema, los falla porque los habrá tirado mal o porque el portero habrá acertado. Lo que me hace más daño es que posiblemente hubiéramos ganado. Con 20 puntos nos hubiéramos puesto en una situación inmejorable".

La plantilla lo rescata del desaliento. Al concluir el partido se le acercan todos los jugadores a darle ánimos. El entrenador, Jacobo Montes, lo abraza y repetirá el gesto al día siguiente. "Mi agradecimiento es total. La noche fue difícil. Pero el fútbol siempre te da una segunda oportunidad? y una tercera y una cuarta. Si algún día vuelve a haber un penalti, considero que estoy preparado y que no voy a perjudicar al equipo, volveré a tirar si me dejan". Pero el capitán advierte: "Entiendo que será normal que pongan a otro primero para protegerme. Si tiro un cuarto y lo fallo me va a hacer mucho más daño que el bien que me va a sentar si lo meto". Veterano, sabio, estudioso, se entrega a la curación del tiempo: "Que pasen unas semanas, que consigamos tres puntos en Pontevedra que harían bueno el empate de casa y a partir de ahí mi cabeza estará más preparada de lo que está ahora en cuanto a penaltis".